Y sin embargo se mueven.

La Tierra tiene constantes cambios, algunos de éstos los podemos percibir fácilmente como la variación del clima de un año a otro. Sin embargo, hay otros cambios imperceptibles que se llevan a cabo desde que se formó el planeta, como el movimiento de los continentes.

A principios del siglo XX, Alfred Wegener, científico alemán, propuso una teoría donde consideraba que aproximadamente hace 200 millones de años existió un solo continente llamado Pangea (que significa “toda la Tierra”), el cual estaba rodeado por un gran océano.

Pangea se fraccionó en dos grandes bloques: Laurasia y Gondwana, los cuales se dividieron en pedazos más pequeños y se desplazaron hasta ubicarse en los lugares que ocupan los actuales continentes.

Pero, ¿cómo es que se mueven los continentes? La corteza terrestre está dividida en 16 fragmentos de roca llamados placas tectónicas, sobre las que se encuentran los continentes. Estas placas se desplazan debido a que los diferentes materiales del interior de nuestro planeta están en constante movimiento.

Estos movimientos del interior de la Tierra son similares a los que se producen cuando se pone a calentar un recipiente con agua: el agua caliente que está en el fondo del recipiente se desplaza hacia la parte superior, mientras que la parte del agua más fría, baja hacia el fondo. El proceso sigue con una circulación continua del agua más caliente hacia arriba, y más fría hacia abajo, a estos movimientos se les denomina corrientes circulares o de convección. Debido a éstas, los continentes se mueven (muy lentamente, centímetros por año), provocando sismos y erupciones volcánicas.
 

Toda la corteza terrestre se encuentra en movimiento debido a la actividad constante en el interior de la Tierra, con base en su estudio, se han hecho predicciones sobre cómo será su distribución en un futuro lejano.
 
    Posible distribución de los continentes dentro
de 50 millones de años

Placas tectónicas de la corteza terrestre


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