La industria petrolera en México.

  El 7 de junio de 1938 se fundó Petróleos Mexicanos para administrar y operar la industria petrolera nacionalizada, la cual inició el camino de su crecimiento al pasar de 51 millones de barriles producidos en 1940 a 86 millones en 1950, y la exportación en este último año sobrepasó los 12 millones de barriles.

Este aumento productivo se debió a una labor intensa en la exploración, cuyo resultado más espectacular fue el descubrimiento de nuevos e importantes campos petrolíferos, en 1952. Se construyeron las refinerías de Poza Rica, Salamanca, Ciudad Madero, la nueva refinería de Minatitlán y se amplió la de Azcapotzalco.

También, en 1951, empezó el funcionamiento de una planta petroquímica básica en Poza Rica, con lo cual se iniciaba la industria petroquímica en México. Entre 1964 y 1970, se impulsaron las actividades de exploración y de perforación, descubriéndose el campo Reforma, en los límites de Chiapas y Tabasco, y el campo Arenque, en el Golfo de México. En 1966, se creó el Instituto Mexicano del Petróleo.

En 1972, se detectó una nueva región productora de petróleo en el estado de Chiapas, mediante la perforación de los pozos Cactus I y Sitio Grande I, lo que constituyó el hallazgo de mayor importancia en esa época. La productividad de los pozos de la zona sureste, conocida como el Mesozoico Chiapas-Tabasco, hizo posible la reanudación de las exportaciones petroleras de México en 1974. Así, en 1976, las reservas de petróleo ascendieron a 7 mil millones de barriles, la producción a 469 millones de barriles anuales y las exportaciones a 34 millones y medio de barriles al año.

En la década de 1970 se dio un impulso importante a la refinación del petróleo, al entrar en operación la refinerías “Miguel Hidalgo”, en Tula, Hidalgo; “Ing. Héctor Lara Sosa”, en Cadereyta, Nuevo León; así como la “Ing. Antonio Dovalí Jaime”, en Salina Cruz, Oaxaca.

A partir de 1976, se impulsó una mayor actividad en todas las áreas de la industria, ante la estrategia política del presidente José López Portillo de dar un gran salto en la producción petrolera y un aumento en las reservas, por lo que el petróleo se convirtió en la principal fuente de dinero extranjero que entraba al país, ya que llegó a representar 75 % de sus exportaciones.

El aumento productivo de esta época estuvo ligado al descubrimiento de los campos de la Sonda de Campeche, considerada hasta la fecha como la provincia petrolera más importante del país y una de las más grandes del mundo.

En 1990 se inició un programa de inversiones financiado por bancos y fundaciones económicas de Japón denominado Paquete Ecológico, que comprendió la construcción de un total de 28 plantas de proceso en el sistema nacional de refinación, el cual fue terminado en 1997, y cuyos objetivos fueron mejorar la calidad de la gasolina, reducir el contenido de azufre en el diesel y convertir combustóleo en combustibles automotrices, así como elevar las características de los residuales, para cumplir con las normas ambientales adoptadas por el gobierno de México.
  En julio de 1992, el Congreso de la Unión aprobó la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y sus Organismos Subsidiarios, por lo que Pemex descentralizó y desconcentró funciones y recursos para cumplir todas las actividades implícitas de la industria petrolera y sus áreas estratégicas.

En diciembre de 2000 inició una nueva era en la industria petrolera mexicana con la implantación de estrategias orientadas a buscar un crecimiento de Petróleos Mexicanos. Para cumplir estas metas, se llevó a cabo una reestructuración del Corporativo, con el propósito de mantener el liderazgo en la operación integral de la empresa, dar seguimiento a la nueva planeación e identificar los cambios encaminados a alcanzar mayores rendimientos y una mejor operación de las instalaciones con costos y calidad mundial.