México, un país de meteoritos.

Por medio de los meteoritos es posible estudiar el origen de nuestro planeta. Existen lugares donde se ha encontrado un mayor número de ellos, lo que ha generado la creencia de que caen con mayor frecuencia en esos sitios que en otros. Como ejemplo tenemos los desiertos del sur de Australia, los desiertos de la Antártida, así como la región conocida como Zona del Silencio y Allende, en el Norte de México. Nuestro país se puede considerar afortunado, porque se tiene conocimiento de más de 90 meteoritos importantes.

Dos de los meteoritos que han caído en nuestro país han sido profundamente estudiados por los científicos; estas investigaciones han aportado datos muy significativos para las ciencias planetarias y de la Tierra.


El meteorito de Allende, también conocido como meteorita de Allende por ser una roca, cayó en la madrugada del 8 de febrero de 1969, cerca del poblado de Allende en Parral, Chihuahua, se recuperaron alrededor de dos toneladas
de fragmentos, que fueron analizados en diversos laboratorios. Con estos estudios se logró saber que el meteorito de Allende es la roca más antigua conocida del Sistema Solar, su edad calculada es de 4600 millones de años, de ahí su gran importancia.
 
     
El segundo meteorito se impactó hace aproximadamente 65 millones de años, en lo que ahora es la región noroeste de la península de Yucatán. Los científicos aseguran que dejó un cráter de casi 200 km de diámetro, y se le conoce con el nombre de Chicxulub, que en maya significa “lugar de cuernos”. Se calcula que
el tamaño del meteorito era de más de 10 km y ocasionó severos cambios ambientales, que se han relacionado con la extinción de más de 50 % de los seres vivos que habitaban en ese entonces el planeta, incluyendo a los dinosaurios.

Meteorito

La colección de meteoritos mexicanos es resguardada por el Instituto de Geología de la UNAM; existen fragmentos con un peso cercano a los 100 kg, pertenecientes a 17 meteoritos de los 34 registrados en el catálogo de meteoritos mexicanos de Sánchez Rubio, mientras que en el extranjero se encuentran ejemplares de cerca de 500 kg.

Otros meteoritos se ubican en colecciones privadas y museos de Estados Unidos, Reino Unido, Austria, Suiza, Bosnia y Herzegovina.