¿Por qué cuidar los bosques y las selvas?

  Más de la mitad de la superficie de nuestro país está cubierta por vegetación natural. Según la Semarnat, en el año 2000 existían en México 42.7 millones de hectáreas arboladas, de las cuales 26.2, poco más de la mitad, corresponden a bosques;
15.2 millones de hectáreas, aproximadamente una tercera parte, a selvas; y 1.3 millones de hectáreas, a otras áreas forestales, como manglares y palmares.

Las áreas forestales de México son un recurso de enorme valor mundial, ya que en ellos habitan más de 10 % de las especies de plantas y animales de nuestro planeta, entre los cuales hay un alto porcentaje de especies que solamente se dan en nuestro país.

Las áreas forestales del país cumplen funciones muy importantes para el equilibrio del clima, el mantenimiento de las fuentes de agua, de los recursos naturales en general y de la vida de gran diversidad de animales y plantas. Asimismo, cumplen un papel indispensable para los seres humanos, pues además de proporcionar el oxígeno que respiran, hacen posible que se lleven a cabo actividades importantes para las comunidades del campo como de las ciudades, pues son fuente de recursos alimentarios, maderables, combustibles y medicinales y también sitios turísticos y de recreación.


 
Al destruir un bosque o una selva, los animales y las plantas pierden su casa, se produce menos oxígeno, el clima se vuelve más seco y caluroso, se capta menos agua de las lluvias y, por consiguiente, se pueden secar ríos, lagunas y depósitos subterráneos, de donde la mayoría de la gente obtiene el agua para riego, beber, bañarse y preparar sus alimentos.

Conocer el funcionamiento del bosque y la selva permite la realización de actividades planeadas para su cuidado y conservación, tales como la reforestación, acciones preventivas contra incendios, control de plagas y enfermedades, disminución de la tala, aumento en la eficacia del uso de la madera, programas de concientización para la población con el fin de fomentar sus conocimientos en torno a los bosques y las selvas y crear o fortalecer hábitos y actitudes de cuidado y protección hacia ellos, entre otras.

No olvides que selvas y bosques son lugares para disfrutar, para acercarnos a la naturaleza y conocer la diversidad de plantas y animales que ahí habitan.