Productos forestales de México.
México cuenta con una gran riqueza forestal; sus bosques y selvas albergan gran variedad de árboles, de donde se obtiene madera y, por ello, a los que se les conoce con el nombre de maderables. El pino, el oyamel, el nogal y el ciprés, son ejemplos de árboles maderables de bosque templado. De las selvas se utilizan la caoba, el guanacaste, la ceiba y el chicozapote, entre otros. La madera que se obtiene de las diferentes especies de árboles se utiliza para la producción de papel, fabricación de muebles, construcción de viviendas y también como combustible, incluso hay telas que se elaboran con la pulpa de algunas maderas, como el rayón. Los principales lugares de bosques maderables son los estados de Durango, Chihuahua, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. En cuanto a las selvas que cuentan con este tipo de recurso, se encuentran en Campeche, Quintana Roo y Chiapas, principalmente.
Además de los árboles, la producción forestal incluye las llamadas especies no maderables, las cuales son hierbas y arbustos que crecen sobre todo en regiones áridas, ejemplos de ellas son la lechuguilla, la jojoba, la andelilla y la palma. Nacen principalmente en regiones al norte del país, de ellos se obtienen diversos productos. De la lechuguilla se produce un material de fibras duras llamado ixtle, del cual se elaboran cuerdas, cepillos, costales, cestos, entre otros. De la candelilla se obtiene una cera que se usa para fabricar productos como cera para zapatos, tinta, impermeabilizantes y cosméticos. Cabe señalar que la candelilla está en peligro de extinción, ya que se necesitan 100 kilogramos de esta planta para obtener únicamente tres kilos de su preciada cera. De la jojoba se obtienen aceites y ceras que también son utilizadas para fabricar productos de uso personal, como champú, jabón y cosméticos. También existen otras especies no maderables como el guayule, que sirve para la producción de hule, y la orquilla que se utiliza para fabricar colorantes.
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