Unidad 2 Tema 1 Actividad 15


Actividad 15. De los bosques y las selvas


Como parte de los recursos naturales de nuestro territorio se encuentran los suelos; según sus características, existen los suelos de bosques, de selvas o desiertos; o bien, los que son aptos para la agricultura, para la ganadería o para el aprovechamiento forestal.


Lee el siguiente fragmento.

Hay en el bosque una paciencia obstinada, incansable, persistente como la vida misma que mantiene inmóvil durante horas a la araña en su tela, a la serpiente en el suelo, al puma en su emboscada. Esa paciencia es propia de las fieras que cazan su alimento y fue la que mantuvo al perro cerca del rebaño demorándolo en su marcha.
Jack London, “El llamado de la selva”, en Geografía Cuarto grado,
México, SEP, 1993, p. 74.


¿Has visitado alguna vez un bosque o una selva?, ¿has observado todo lo que tienen?

A continuación describe brevemente lo que hay en un bosque y una selva.


Conversa con amigos, familiares o con tu asesor o asesora sobre los recursos que se pueden aprovechar de las selvas y los bosques, y escríbelo en tu cuaderno.


Con base en la tarea que realizaste, anota en la siguiente tabla los recursos que se pueden aprovechar de un bosque y una selva.

Bosque
Selva


De los árboles y de otros recursos que se obtienen de selvas y bosques podemos aprovechar diversos materiales que los utilizamos de diferentes formas.


Observa a tu alrededor y anota aquellos objetos que han sido elaborados a partir de un recurso forestal.

Los bosques de México tienen enorme valor ambiental, social y económico; tenemos la fortuna de contar con bosques templados ubicados en las sierras, que atraviesan el país de norte a sur, y selvas tropicales, húmedas y secas, ubicadas en los estados del sur y de la Península de Yucatán.




De los productos que identificaste en el artículo anterior, ¿cuáles son maderables y cuáles no lo son, es decir, que no obtenemos de los árboles?

¿Cuáles de ellos utilizas?

La actividad forestal está presente en nuestra vida diaria y es una de las actividades económicas que se desarrollan en algunos estados de nuestro país, como Durango, Chihuahua y Michoacán.


 
A lo largo de la historia la relación entre el ser humano y las selvas y los bosques ha cambiado. Por ejemplo, en la época prehispánica, las selvas y los bosques vivieron su gran esplendor, pues aquellos pueblos aprendieron a conocerlos; en la época colonial (1519 a 1821, cuando llegaron los españoles) los recursos forestales no fueron valorados y su explotación fue indiscriminada. En el México independiente (1821 a 1893) se tomó conciencia de la pérdida invaluable de los recursos forestales y se decretó la obligación de sembrar árboles cuando fueran talados. En la etapa llamada conservacionista (1893 a 1960) se promovió el cuidado de los bosques y se decretaron vedas forestales, pero inició también la tala clandestina; y en la etapa desarrollista (1960 a nuestros días) se han revalorado los recursos forestales como parte importante en el desarrollo de las comunidades que se encuentran.