Unidad 1 Tema 2 Actividad 8


Actividad 8. La Tierra se mueve

Lee el siguiente fragmento de la novela Viaje al centro de la tierra.



—¡Tio, tio! ¡Ahora sí que estamos perdidos!
—¿Qué motiva tu nuevo terror? —me respondió con sorprendente calma.
—¿Qué tienes? ¿Qué te pasa?
—¿Que, qué tengo? Observe esas paredes que se agitan, ese macizo que se disloca, esa agua en ebullición, esos vapores que se espesan, esa aguja que oscila, indicios todos de un enorme terremoto.
Mi tío sacudió la cabeza con calma.
—¿Un terremoto has dicho?
—Sí, ciertamente.
—No hijo mío, me parece que te engañas.
—¿Cómo? ¿No son estos los signos precursores…?
—¿De un terremoto? ¡No! ¡Espero que de algo más grande!
—¿Qué quiere usted decir?
—¡Una erupción, Axel!
—¡Una erupción! —exclamé—. ¿Nos hallamos en la chimenea de un volcán en actividad?
—Así lo creo —dijo el profesor sonriendo—, y quizá es lo mejor que pudiera ocurrirnos.
Julio Verne, Viaje al centro de la Tierra, en Cuarto grado,
México, SEP, 1993, p. 85.


Comenta el fragmento anterior con tus compañeros de la Plaza comunitaria, familiares o amistades; posteriormente responde las siguientes preguntas.


¿Conoces algún volcán?

  No

¿Cómo se llama?, ¿en qué comunidad o entidad se encuentra?

¿Sabes qué es una erupción?

  No

Explícalo brevemente.

Explica por qué crees que tiembla la Tierra.

Nuestro planeta también respira liberando el calor de su interior. La energía liberada puede manifestarse por la presencia de sismos y erupciones volcánicas. Los sismos no sólo tienen efectos devastadores en las comunidades y las ciudades, también afectan a las costas, provocando lo que se conoce como tsunamis o maremotos.





En la siguiente tabla y con base en la información del texto, describe brevemente los efectos que la erupción de un volcán y un sismo pueden producir a cualquier población.


Fenómeno natural Efectos
Sismo
Erupción


Los tsunamis o maremotos son muy peligrosos; pueden ser provocados por sismos locales u otros más lejanos.

La palabra tsunami es de origen japonés y significa ola, pero comúnmente se utiliza para referirse a los maremotos. Un tsunami se produce cuando el suelo marino se deforma por un sismo que desplaza el agua que se encuentra en el punto donde el movimiento ha sido más intenso, conocido como epicentro; también puede originarse por una erupción volcánica o por el impacto de un meteorito gigantesco.

En México, entre 1732 y 1995, se han registrado 35 maremotos que dejaron un número indeterminado de víctimas, siendo los más graves los ocurridos en 1925 en Zihuatanejo, Guerrero; y en 1932 en Coyutlán, Colima, en los que las olas alcanzaron alturas de diez y once metros respectivamente, es decir, un par de metros menos que los reportados en el tsunami que devastó Asia, en diciembre de 2004.


Alejandra López García. “Pobreza y explotación turística se conjugaron en Asia: experto”, en La Jornada de Oriente, 30 de diciembre de 2004, p. 37.

 
Hay instrumentos que pueden alertar la presencia de tsunamis; por ejemplo, la Boya mareográfica y el Sensor de fondo sirven para medir la presión del agua que se produce por el desplazamiento de las placas en las profundidades del mar.
 


Si vives o visitas la costa y en ese momento sucede un sismo y escuchas la alarma de tsunami, lo que debes hacer es alejarte de las olas y la costa, moverte hacia las zonas altas o de seguridad, y seguir las instrucciones del personal responsable.

Los volcanes y los sismos han participado en la transformación del paisaje de la Tierra y lo seguirán haciendo, ya que forman parte de la actividad interna de nuestro planeta.




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