Un volcán puede ser un pequeño monte o una enorme montaña formada por materiales que salieron de las profundidades de la tierra. Pero también cualquier grieta o abertura de la que salen gases y materiales calientes del interior del suelo puede ser de origen volcánico.

Antes de hacer erupción un volcán, se aprecian una serie de avisos: los gases de las fumarolas cambian, las aguas de los manantiales se alteran, hay temblores, el terreno se hincha o ruge, etcétera.

Un volcán en erupción puede arrojar enormes cantidades de lava, gases y cenizas. Pueden comenzar con fumarolas y lluvias de cenizas. Cuando son muy grandes o violentas las erupciones, pueden arrojar material incandescente y piedras acompañadas de flujos de lava, flujos de lodo o provocar derrumbes. Incluso hay casos de pueblos que han desaparecido al quedar sepultados por los materiales que arroja un volcán, como sucedió en San Juan Parangaricutirimícuaro, Michoacán.


Los volcanes se llaman inactivos cuando han estado miles de años sin actividad o han hecho erupción por única vez y activos cuando tienen etapas de actividad creciente interrumpidas por lapsos de reposo variables. Un ejemplo de volcán activo es el Popocatépetl que ha tenido varias erupciones fuertes desde hace miles de años.
Antiguamente se creía que la erupción de un volcán era producto de alguna fuerza sobrenatural. Hoy sabemos que se debe a la liberación de energía en el interior de la tierra. Si vemos desde la superficie de la tierra hacia el centro del planeta encontraremos diferentes capas de varios grosores y características, en forma semejante a una cebolla. El centro de la tierra está compuesto por roca fundida llamada magma que tiene temperaturas muy elevadas; las capas tienen movimientos y roces entre sí. La capa superficial es la corteza terrestre y es la capa que forma a los continentes, islas, etcétera y se compone de placas tectónicas.

Como si se tratara de una olla a presión, las erupciones se producen cuando gases a gran presión empujan el magma a través de grietas en la corteza terrestre. Se cree que este fenómeno se produce por el roce de las placas tectónicas que se funden en ciertas zonas a profundidades de 100 kilómetros. Este material fundido más ligero, tiende a subir a la superficie y cuando la alcanza se producen las erupciones.

México está situado en una de las zonas volcánicas del planeta. Los volcanes mexicanos que se vigilan constantemente porque pueden ocasionar mayores daños son: el Popocatépetl, el volcán de Fuego de Colima, el Tacaná, el Ceboruco y el Chichonal. Veamos ahora dónde se ubican.

Adaptación de: Fenómenos naturales: los volcanes de Gloria Vale.
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. ADN Editores SA de CV México 1996
inicio