El agua es para todo ser vivo el bien más preciado, ya que la relación que tenemos con ella empieza aún antes de nacer y está presente durante toda la vida, pero... ¿qué uso le estamos dando?, ¿estamos conscientes de lo que "cuesta" traerla a nuestros hogares?, ¿es repartida equitativamente?

Para satisfacer sus propias necesidades, el hombre desvía el cauce de los ríos, agota los depósitos subterráneos o utiliza el agua de lagos y lagunas, contribuyendo a que las reservas de agua sean cada vez menores y que el agua se deba buscar en sitios más alejados.

Debemos estar conscientes de que el agua potable es un recurso natural que puede llegar a terminarse, a pesar de que exista la idea generalizada de que es inagotable.

Algunos de los principales problemas que enfrentamos actualmente para contar con el vital líquido son:

  • Injusta distribución del agua potable; ya que hay muchos barrios donde no hay, si acaso pipas cargadas con agua, la cual venden muy cara y deben poner a hervir para poder beberla.

  • En ocasiones las redes de distribución de agua potable se encuentran dañadas y descuidadas. Por esta razón el agua que llega a nuestras casas está sucia y propicia la aparición de enfermedades.

  • Mientras más fácilmente se tiene acceso al agua (abriendo la llave), menos se le valora y se le desperdicia al utilizarla: se lavan vehículos, trastos con el chorro del agua abierta, se riegan patios y banquetas con manguera, etcétera.

  • No se piensa en la reutilización del agua. Al igual que en la industria, también desde los hogares se lanzan sustancias tóxicas al drenaje (jabones, petróleo, gasolina, aceites, etcétera), matando así animales y plantas que entran en contacto con ese líquido.

  • En ríos y mares, el principal contaminante es el material residual, es decir, la basura y desperdicios sólidos que llegan de las grandes tuberías, éstas contaminan el agua de los ríos que desembocan en el mar.

  • Cuando se deja caer detergente y fertilizante al agua, se producen bacterias que la enturbian, la enrarecen y producen malos olores, convirtiendo así lagos, ríos o mares en lugares pestilentes, en los que no se puede pescar ni aprovechar el agua de ninguna manera.
Por otra parte, el destruir bosques y selvas disminuye la evaporación, los niveles de humedad en el ambiente y las lluvias. Esto paulatinamente afecta los niveles de ríos y lagos que inevitablemente se hacen cada vez más bajos.

Observemos el caso de la Ciudad de México: la mayor parte del agua que se consume surge de pozos profundos que la extraen del subsuelo; otra parte se obtiene de ríos y presas situados fuera de la capital. El agua es trasladada hasta la ciudad y enviada a las casas a través de las redes de distribución de agua potable.

Al extraer agua del subsuelo, éste se debilita y se hace más sensible a fenómenos como terremotos, al mismo tiempo se va secando el fondo de la ciudad y se producen hundimientos. Esto se agrava al no recargarse los mantos freáticos con agua de lluvia pues existen pocas áreas verdes que permitan captar el agua y canalizarla al subsuelo, mientras que la mayor parte se deriva rápidamente al drenaje para evitar inundaciones. El drenaje desemboca en centros de tratamiento en el mar. Los habitantes de zonas cercanas a estos sitios padecen malos olores y son atacados por infecciones, así como otras molestias.

Para atender el problema del agua debemos tener una visión integral que contemple los numerosos intereses y necesidades que existen:



  • Proveer de agua a la industria, así como a cada casa, procurando que los usuarios hagan un uso racional y eviten el consumo excesivo.
  • Cuidar que al desechar el agua utilizada no se perjudique a otros seres vivos.
  • Recargar el agua que requiere el subsuelo para alimentar a plantas, árboles, arroyos, lagos, ríos y mares.
  • Evitar fugas de agua.
  • Lograr una distribución y pago equitativos.

Todas las pequeñas acciones cuentan. En nuestros propios hogares podemos reutilizar el agua de lavado de trastos o del aseo personal, reducir el consumo de agua del excusado y tratar de aprovechar el agua de lluvia. Hay muchas otras ideas; seguramente tú puedes encontrar algo que hacer para cuidar este recurso antes de que se agote.
 
El agua es vital para nuestra vida, por ello debemos cuidarla.
inicio