Cómo nos relacionamos con los animales

En la Tierra hay muchos animales que conocemos y muchos otros que no. ¿Cómo nos relacionamos con ellos? ¿Qué significan esos seres que, como nosotros, se mueven, se desarrollan y un día mueren? ¿Qué tan importantes creemos que son?

Cuando los humanos aparecieron en el planeta, ya existía una gran variedad de animales; desde siempre hemos convivido con ellos. Al cabo de millones de años, muchos de esos animales fueron domesticados; este hecho cambió su modo de vida, con algunas ventajas, por ejemplo: tuvieron asegurada la comida para ellos y sus crías, se pusieron a salvo de otros animales que los atacaban cuando vivían en forma silvestre y aumentó su tiempo de vida al tener la atención médica de los humanos.

A cambio de eso, los animales domesticados protegieron a la gente del ataque de animales feroces y de otros que dañaban sus cosechas, su ganado o sus propiedades, por ejemplo: lobos, coyotes, insectos y ratas. Los animales domésticos también se utilizan para alimentar a las personas y a otros animales, para facilitar el trabajo que requiere fuerza y como medio de transporte.

Hay animales de los que se obtienen muchos beneficios, por ejemplo la vaca. De su leche se procesan muchos otros productos; su carne se come y con su piel se hacen zapatos, bolsas, cinturones y ropa. Algunos, como el perro, el caballo y el gato, entre otros, también dan a las personas compañía y afecto.

Actualmente, sabemos que muchos animales están en peligro de desaparecer para siempre, y la causa principal es la destrucción del ambiente donde viven. Muchos otros animales mueren al ser cazados o pescados para aprovechar sus pieles y otras partes de sus cuerpos. Es el caso de los jaguares, tigres, leopardos, panteras, monos, cocodrilos, tortugas, ballenas, elefantes y rinocerontes, entre muchos más.

El ser humano constantemente invade los espacios que antes eran ocupados únicamente por otros animales. Como resultado de las actividades que realiza, los expone a la muerte, algunas veces porque se envenena el ambiente con insecticidas u otros productos, y otras porque no se adaptan a las nuevas condiciones del medio. No son pocos los animales que mueren al cruzar las carreteras; o las aves que se electrocutan con los cables eléctricos.

Pero tal vez lo más absurdo e incomprensible, es la caza por deporte, que es una importante causa de desaparición de algunas especies animales.

El concepto humano de progreso parece no tener límites. Desde hace más de dos años, los científicos han encontrado la manera de crear seres vivos sin necesidad de que se apareen los animales, se le llama clonación y es un procedimiento que permite que nazcan seres idénticos, como los gemelos. Algunos seres vivos se reproducen por clonación en la naturaleza, por ejemplo: los gusanos planos, algunas algas y la planta llamada diente de león, pero en esos procesos no interviene el ser humano. En fechas recientes se realizó la clonación de una oveja. Las consecuencias de este tipo de acciones aún no se conocen con certeza. Sin embargo, personas de distintas partes del mundo se preguntan si el ser humano tiene derecho a manejar la vida de otros seres.

Durante siglos, los humanos se han impuesto sobre muchas otras formas de vida. Ciertamente tiene capacidades que no tienen otros animales. También es cierto que puede sobrevivir en distintos ambientes. La pregunta es: ¿Eso le da derecho a poner en riesgo otras formas de vida? ¿Es la destrucción una buena muestra de la inteligencia humana?

El ser humano aún necesita aprender nuevas y mejores formas de relación con los recursos que hay en la Tierra, entre ellos los animales.

Es necesario reflexionar qué estamos haciendo, como miembros de este mundo, y qué podemos hacer para mejorarlo.

Existen personas que valoran la vida de los animales y hacen grandes esfuerzos para que los demás humanos respeten todas las formas de vida que hay en la Tierra. Con ese propósito se han formado asociaciones que luchan por los derechos que tienen los animales a vivir. Podemos cooperar y participar en las acciones que éstas promueven. Todos los organismos de este planeta tenemos igual derecho a desarrollarnos y a vivir en él.