Los microbios y la vida en el planeta

Los microbios o microorganismos son los organismos vivientes más pequeños sobre la Tierra; algunos de ellos no pueden ser clasificados como plantas ni como animales. Los microorganismos más conocidos por la mayoría de la gente son los virus, las bacterias y los hongos.

Los microorganismos se alimentan, algunos se mueven y todos se reproducen. Su tamaño tan pequeño facilita que sus funciones vitales ocurran con gran rapidez, por eso se reproducen por millones en unas cuantas horas, pero difícilmente sobreviven mucho tiempo. Algunos microorganismos tienen gran resistencia a altas y bajas temperaturas y son capaces de sobrevivir en condiciones extremas, que matarían a otros seres vivos; algunos tienen la capacidad de reducir sus funciones vitales casi totalmente, y permanecen como dormidos hasta que las condiciones mejoran.


Virus de viruela


Virus de polio

Como su nombre lo sugiere, estos organismos son visibles sólo con la ayuda de un microscopio, pero algunos llegan a juntarse en tal cantidad que podemos verlos. Por ejemplo: las ranuras donde se juntan los azulejos de paredes de baño y cocina, con el tiempo se ven negras, en parte es a causa de microorganismos que se acumulan en esas zonas. También, si dejamos varios días el pan o las tortillas dentro de una bolsa, la humedad hace aparecer algunas coloraciones blancas, como algodoncillo, o rojizas; son grandes cantidades de hongos microscópicos.

Lo que conocemos acerca de los microorganismos, por lo general, nos hace temerles. Sabemos que algo que no vemos es capaz de provocar muchas y peligrosas enfermedades. Si nos acercamos un poco más a la vida microscópica, podremos apreciar otras características de los microorganismos.

Los virus son microorganismos que infectan a los seres vivos y los destruyen para poder vivir y reproducirse; los virus infectan incluso a otros microorganismos. Este microorganismo intriga a los científicos, que no saben si considerarlo ser vivo o materia no viva, ya que se encuentra vivo dentro del cuerpo del organismo que infecta, pero cuando es expulsado al aire y no invade a otro organismo, se muere. Puede reproducirse sólo dentro de otros organismos. Los virus son los causantes de varias enfermedades en el ser humano, entre las más conocidas están el catarro común y varios tipos de gripe, como la influenza. La polio, la viruela, el herpes, la rabia, la varicela y el SIDA, son también causados por virus.

Algunas bacterias enferman igualmente a las personas y han causado desgracias como las epidemias que, en siglos pasados, acabaron con poblaciones enteras. Tal es el caso de la epidemia de tifo propagada entre los humanos por el piquete de un piojo que en su cuerpo lleva la bacteria. Otras producen enfermedades como tuberculosis, salmonelosis, lepra, gangrena, cólera, tétanos, peste, fiebre tifoidea, difteria y neumonía. La bacteria que causa la sífilis vive en la sangre y en otros líquidos corporales y puede dañar el sistema nervioso.

Algunos hongos microscópicos también pueden causar daños a la salud, si se ingieren en alimentos en estado de descomposición, como pan, fruta, tortilla y semillas como los cacahuates y nueces. De éstos, algunos resultan ser muy dañinos, si se consumen en grandes cantidades.

Los microorganismos dañan incluso las cosas y los materiales: por ejemplo, descomponen las construcciones de madera si están húmedas, corroen las tuberías de hierro y las piedras de los edificios, alteran algunos productos plásticos y degradan las pinturas.

Sin embargo, muchas bacterias y hongos no causan ningún daño a otros organismos, por el contrario los favorecen. Por ejemplo, algunos animales que comen yerba y no pueden digerirla, como las vacas y las ovejas, necesitan millones de estos microorganismos en su estómago. Otras bacterias benéficas viven en los tejidos internos y en la piel. También gracias a algunas bacterias se procesan algunos productos alimenticios como es el queso, el yogurt, el vino y los adobos. La industria las emplea para curtir cueros, conservar granos y producir tabaco, medicamentos y detergentes, entre otros artículos útiles. Algunos hongos de gran tamaño son comestibles, como los champiñones y las setas.

Un gran descubrimiento de los científicos del sigo XIX fue el identificar que se podía combatir a los microorganismos con otro tipo de microbios. Así, en 1930 se elaboraron los antibióticos, sustancias que producen algunos hongos y bacterias, y sirven para destruir a los virus, las bacterias y los hongos que dañan a otros seres vivos.

Muchos microorganismos son muy importantes para reintegrar sustancias a la Tierra, por ejemplo los que viven en el suelo y descomponen los organismos muertos de plantas y animales. De ese modo, libran al planeta de cadáveres y ayudan a fertilizar la tierra. Algunas bacterias están relacionadas con la siembra de plantas como el frijol y otras leguminosas; en el proceso de crecimiento de la planta, la bacteria unida a la raíz de la planta enriquece el suelo.