La clasificación de los animales
Hay algunas características que
hacen un poco más fácil distinguir a un animal de
una planta, por ejemplo: un animal es un organismo que nace de un
huevo o del vientre de otro ser vivo, se mueve y puede desplazarse,
tiene un órgano para alimentarse y como a otros seres vivos
para nutrirse. Pero resulta menos fácil distinguir a los
diferentes animales entre sí.
Mucha gente clasifica a los animales por lo que acostumbran comer,
o por el lugar donde viven, por su apariencia, o por lo que hacen.
Estas clasificaciones pueden ser útiles en algunos casos,
pero en otros no, por ejemplo: se dice que todos los animales se
mueven y que las plantas no. Sin embargo, sabemos que las plantas
abren o cierran sus flores siguiendo la luz. Por el contrario, hay
animales que no se mueven, por ejemplo, algunos organismos marinos
como el coral, la anémona, las esponjas y otros, que se encuentran
fijos a las rocas y que para conseguir su alimento esperan que las
corrientes de agua lo acerquen a ellos.
Se pueden utilizar semejanzas y diferencias para clasificar a los
animales; de ésta o cualquier otra forma, siempre resulta
sorprendente complejo tratar de agrupar a todos los animales que
se conocen.
Una de las clasificaciones distingue a los animales en dos grandes
grupos: los que tienen columna vertebral, llamados vertebrados,
y los que no la tienen, llamados invertebrados.
El grupo de invertebrados reúne a
muchos animales, tanto terrestres como acuáticos. Por
ejemplo: la esponja de mar, la medusa y todos los tipos de gusanos,
como las lombrices que viven en el suelo y las que están
dentro del cuerpo de otros animales. Tampoco tienen columna
vertebral; el caracol, pulpo, calamar, ostra, almeja, erizo,
estrella de mar, cangrejo, araña, saltamontes, ni muchos
otros insectos. |
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El grupo de vertebrados está formado por
todos los peces y por animales como la rana y la salamandra, que
son animales que pueden vivir en el agua y también en la
tierra. También son vertebrados animales como la tortuga,
el caimán y la serpiente, y todas las aves, grandes y pequeñas.
El ser humano pertenece a este grupo junto con la ballena, el delfín,
el mono y muchos otros.
En esta clasificación se juntaron animales que tienen una
semejanza, pero entre ellos existen diferencias importantes, a partir
de las cuales se pueden clasificar de otra forma. Por ejemplo: tanto
la rana como el ser humano tiene columna vertebral, pero la rana
nace de un huevo, mientras que un humano nace del vientre de su
madre.
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Por esa y otras características, el humano es un
mamífero a diferencia de la rana que forma parte de
otro grupo: es un anfibio. Otro ejemplo es el de la ballena
y la trucha, ambas tienen columna vertebral y viven en el
agua, pero la trucha es un pez que se alimenta de pequeños
organismos marinos, mientras que la ballena es un mamífero
que durante sus primeras etapas de vida toma leche del cuerpo
de su madre.
De acuerdo con una de las clasificaciones más recientes,
los animales que agrupó en una de las actividades del
libro del adulto se podrían clasificar
de la siguiente forma: |
Aves |
Peces |
Reptiles |
Mamiferos |
Invertebrados |
Anfibios |
Aguila |
Trucha |
Tortuga |
Perro |
Escarabajo |
Rana |
Pingüino |
Mantarraya |
Iguana |
Chango |
Cangrejo |
Salamandra |
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Delfín |
Alacrán |
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¿Por qué es necesario clasificar a los animales?
¿Para qué sirve saber esto?
Tal vez no parezca importante saber que el delfín es
un mamífero y no un pez, aunque viva en el agua y nade.
Dentro de las leyes naturales, es común a todos los seres
vivos que exista la necesidad de conocerse, a veces para defenderse
de otros seres y a veces para vivir de mejor manera; parece
que es así como han logrado sobrevivir los organismos
que actualmente existen. |
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El ser humano también necesita saber cómo viven otros
animales, para cuidar de ellos o para protegerse de otros. Muchos
animales necesitan el cuerpo humano para vivir, dentro o fuera de
él, y algunos sólo viven dañando al cuerpo
que invaden. También, para defendernos del ataque de ellos
que nos superan en fuerza.
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Pero, sobre todo, los humanos debemos aprender a distinguir
a todos los animales del mundo para conocerlos mejor, para comprender
distintas formas de vida, diferentes a la nuestra y aprender
de ellas, para tratar de interferir lo menos posible con el
desarrollo de ellas y preservar la vida de otros habitantes
del planeta. El ser humano debe demostrar que tiene la capacidad
para reconocer que los organismos necesitamos unos de otros
para vivir y que, al dañar a los animales, afectamos
el equilibrio de la vida en la Tierra. |
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