¿Para qué estudio?

El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, con el propósito de conocer los intereses de las personas jóvenes y adultas que desean continuar estudiando, ha hecho algunas investigaciones y encuestas3 que han permitido obtener distinta información.

Los hombres y mujeres a quienes se les preguntó señalaron motivaciones distintas, de acuerdo con el grupo al que pertenecen, al lugar en el que viven y a sus propios intereses. Sin embargo, hay inquietudes constantes. Mencionemos algunas de ellas.

  • Adquirir la capacidad de expresarse oralmente con seguridad y precisión para poder hablar ante cualquier persona.
  • Escribir con claridad para mandar recados a la escuela de sus hijos, revisarles las tareas, para mandar cartas a sus familiares que están lejos y poder elaborar escritos que les permitan expresar, opinar y solucionar algunos de sus problemas.
  • Saber hacer cuentas para poder organizar sus gastos y prever mejor su futuro.
  • Aumentar su vocabulario para comprender algunos documentos y poder interpretar todos los temas que se tratan en los noticieros, en la prensa escrita, y poder opinar sobre muchos asuntos.
  • Mejorar su desempeño en el trabajo o aprender una nueva actividad laboral.

Al propiciar la adquisición de nuevas capacidades, la educación contribuye a que las personas participen mejor en su medio, rompan el silencio y sean escuchadas. Todo ello transforma a las sociedades.

Los seres humanos nos sentimos más interesados para aprender, si lo que estudiamos tiene que ver con lo que vivimos a diario. Así, los resultados de nuestro estudio empiezan a notarse y a tener una influencia directa en nuestras actividades diarias.

También se observó que hay una preferencia por estudiar en grupo, pues de esa manera se convive más con los vecinos, se propician mejores relaciones, se discuten y analizan los problemas de la comunidad, los puntos de vista en los que hay acuerdos o desacuerdos y se ensayan otras formas de organización para resolver los problemas del círculo de estudio o de la comunidad.

El trabajo en grupo favorece el intercambio y la reflexión de las experiencias propias y de otros. Con otros integrantes del grupo podemos hablar de nuestros conocimientos y experiencias, fruto de nuestra vida, lo que ayuda a hacernos más conscientes de nuestras potencialidades y de las de otras personas de nuestra comunidad. El trabajo en algunos círculos de estudio ha contribuido a la organización de tareas comunitarias.

Los conocimientos ayudan a mejorar la calidad de vida, pues cuando las madres estudian temas relacionados con la salud, existen mayores posibilidades de que su familia viva mejor.

El cuidado de nuestra salud se extiende también al de los recursos naturales de nuestro medio, por lo que hay personas que están interesadas en aprender y practicar actividades que ayuden a la protección y conservación del ambiente, para heredar a las generaciones más jóvenes un mundo mejor. Así, muchos quieren saber qué pueden hacer con la basura para no contaminar, cómo cuidar el agua, qué hacer con envases y latas de los productos que consumen muchas otras cosas que contribuyen al cuidado de nuestro planeta.

Mediante distintos estudios y encuestas, se sabe que una parte importante de la población adulta y de las personas adultas en plenitud, muy interesadas en comunicar a las nuevas generaciones los valores, costumbres y tradiciones de la cultura a la que pertenecen, se piensa que ésta es la parte más importante del patrimonio que pueden heredarles. Algunos de los valores que mencionaron son los siguientes: el respeto, el afecto al país y a su gente, la responsabilidad, la solidaridad, el cuidado a la familia, el sentido de pertenencia, entre otros.

Todas las personas tenemos derecho a la educación. Hagamos uso de ese derecho.