El telescopio
El telescopio es un aparato que hace que
los objetos lejanos parezcan que están más cerca.
Se ha usado, principalmente, por los astrónomos para observar
los cuerpos celestes.
Los telescopios, receptores de luz visible, pueden usar lentes
y entonces se les llama refractores y también pueden usar
espejos, a éstos se les conoce como telescopios reflectores.
En los primeros modelos se usaban sistemas de lentes; posteriormente,
se les incorporaron espejos.

Los primeros anteojos de astronomía se hicieron a principios
del siglo XVII. Se sabe que el holandés Hans Lippershey construyó
el primero o uno de los primeros en 1608.
En 1610, el italiano Galileo Galilei construyó un telescopio
que marcó un avance definitivo. Con él estudió
la luna. Hasta entonces todos pensaban que la luna era plana, pero
Galileo, con su telescopio refractor, vio los cráteres. Además,
descubrió los principales satélites de Júpiter
y pudo observar las fases de Venus.
Más tarde, Johannes Kepler mejoró el telescopio,
pues descubrió el principio del telescopio astronómico
construido con dos lentes que tenían la parte del centro
más prominente que las orillas, a estas lentes se les llama
convexas.
En 1668, Isaac Newton construyó el primer telescopio reflector,
que utilizaba espejos curvos en vez de lentes para amplificar los
objetos distantes. Con el telescopio de Newton, se conseguían
imágenes mucho más claras que con un telescopio refractor
de esa época.
A medida que se fueron perfeccionando, los telescopios permitieron
observar detalles del Sol y de la Luna, determinar con exactitud
la posición de los cuerpos celestes, la rotación de
los planetas y el descubrimiento de otros cuerpos celestes, por
ejemplo, las nebulosas.
En 1930, el óptico alemán Bernard Schmidt construyó
un sistema en el que se empleaban al mismo tiempo lentes y espejos,
es decir un telescopio reflector-refractor que puede fotografiar
con mucha claridad amplias áreas del cielo. Así se
incrementó en gran medida el campo visual del telescopio.
Este tipo de telescopio contiene una lente delgada en un extremo
y un espejo cóncavo con una placa correctora en el otro.
Actualmente, el mayor telescopio de este tipo está en Alemania.

Hay también telescopios que se han enviado fuera de la atmósfera
de nuestro planeta.
En 1990, se envió al espacio un telescopio que permitió
obtener algunas imágenes, mejores que las logradas con instrumentos
situados en la Tierra.
A partir de los años treinta, empezó a investigarse
sobre los radiotelescopios, y a partir de la Segunda Guerra Mundial
se construyeron varios. Los radiotelescopios recogen las emisiones,
de radio que vienen de los distintos objetos estelares. Mediante
esas emisiones, se puede averiguar mucho sobre el número
y composición de los astros. Es así como los astrónomos
obtienen mucha información sobre regiones del universo que
son invisibles al ojo humano.
Actualmente, estos aparatos han sido mejorados. Un ejemplo es el
gran telescopio milimétrico que está en el estado
de Puebla, que no “mirará” el universo a través
de ondas de luz, sino de radio. Este gran telescopio captará
radiaciones milimétricas, es decir, de una longitud de onda
de apenas un milímetro. Muy pronto empezará a utilizarse.
En nuestro país contamos no sólo con telescopios,
sino con observatorios. Un observatorio es un centro de investigación
dedicado al estudio del cielo; en ellos hay telescopios, radiotelescopios
y otros instrumentos de apoyo. Uno de importancia mundial es el
que se encuentra en San Pedro Mártir, Baja California.
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