Unidad 6. Lectura 6.14
 
Ecosistemas acuáticos
 

La biosfera es la parte de la Tierra en la que es posible la vida. Dentro de la biosfera existen dos grandes ecosistemas o biomas: el acuático y el terrestre. Los ecosistemas o biomas acuáticos comprenden los océanos y mares; los ríos y los lagos. Los primeros se llaman biomas marinos u oceánicos; los segundos, biomas de agua dulce.

  • Biomas marinos. En los ecosistemas marinos se encuentran dos grandes zonas: la nerítica y la pelágica.
  1. Zona nerítica. Se halla situada sobre la plataforma continental, desde la orilla del mar hasta una profundidad de 200 metros. Se caracteriza por el continuo movimiento de las aguas debido al oleaje y a las mareas. En esta zona los ríos descargan una gran cantidad de sedimentos que contienen materia orgánica, proveniente de los continentes; esto provoca que los organismos fotosintéticos, como las algas y los pastos marinos, encuentren las condiciones adecuadas para desarrollarse en abundancia. En la zona nerítica viven gran cantidad de especies de plancton, nectos y bentos. Plancton. Son los seres microscópicos que viven en la superficie del agua; están constituidos por algas, protozoarios, bacterias, huevos y larvas de diferentes animales. Necton. Es la comunidad constituida por los organismos que tienen capacidad de moverse dentro de la masa de agua. Ejemplo: peces, tiburones y mamíferos marinos. Bentos. Son los organismos que viven asociados con el fondo marino. Las esponjas, erizos, moluscos, crustáceos y algunos peces son parte del bentos.

  2. Zona pelágica u oceánica. Es la zona de mar abierto; está situada a continuación de la zona anterior; ésta abarca, en sentido vertical, varios estratos: epipelágico, batial, abisal y hadal. Algunos organismos de la zona pelágica forman cardúmenes: las sardinas, anchovetas, atunes, ballenas, cachalotes y delfines.
  • Biomas de agua dulce. Existen dos tipos de ecosistemas de agua dulce: los lóticos y los lénticos.
  1. Ecosistemas lóticos. Están formados por las aguas corrientes, ríos y arroyos. En estos ecosistemas los seres vivos presentan gran capacidad para fijarse al sustrato y para nadar, de esta forma evitan ser arrastrados por las corrientes. Los peces, como la trucha, la lobina y el salmón, son comunes en los ecosistemas lóticos.

  2. Ecosistemas lénticos. Son los formados por aguas quietas o estancadas, lagos, presas y pantanos. En este ecosistema están bien representados los organismos plantónicos, bentónicos y nectónicos. Los langostinos, tilapias, charales y algunos bagres son típicos de este ecosistema.