Los litorales son zonas de contacto
entre continentes y océanos. También se conocen como costas
o líneas de costa, las cuales tienen una configuración irregular,
que da lugar a la formación de los accidentes litorales.
- Mares. Son porciones oceánicas de dimensión y profundidad
variable, por lo general, cercanas a las costas. Existen diversos
criterios para clasificar los mares, por ejemplo, su ubicación
y tipo de comunicación que tienen con los océanos, la
profundidad y superficie que ocupan y las principales características
físicas y químicas que los identifican. Según
el criterio de comunicación con los océanos, los mares
pueden ser:
Abiertos. Están comunicados de forma amplia y directa con un
océano, como el mar del Labrador, en América, y el Arábigo,
en Asia.
Litorales o marginales. Se encuentran en el borde de los océanos,
definidos por las puntas de avanzada de las tierras que los rodean
(penínsulas e islas), como el mar del Japón, en Asia,
el mar Caribe, en América, y el mar del Norte, en Europa.
Continentales. Se adentran en los continentes y se comunican con los
océanos u otros mares a través de estrechos o canales,
por ejemplo, el mar Mediterráneo, entre el norte de África
y sur de Europa, o el mar Rojo, entre Asia y África.
Cerrados. Se ubican en el interior de los continentes, aislados de
los océanos y de otros mares. Por las características
de sus aguas saladas, se les considera mares, como el mar Caspio y
el mar Aral, en Asia. Sin embargo, por encontrarse en el continente,
algunos geógrafos los reconocen como lagos.
- Golfos. Son porciones marinas de gran dimensión que penetran
profundamente hacia tierra firme. Pueden estar muy abiertas mar adentro,
como los golfos de Alaska, en América; Guinea, en África,
y Bengala, en Asia; o ser muy cerrados y conectados por un estrecho,
como los golfos de México, en América; Pérsico,
en Asia, y Carpentaria, en Australia.
- Bahías. Entrantes de mar en la costa de forma amplia y curva,
en general, de menores dimensiones que los golfos; por ejemplo, la
bahía de Acapulco, en América.
- Penínsulas. Son porciones continentales que se encuentran
rodeadas por agua, excepto por un lado que las une a los continentes.
Son ejemplos la de Baja California, en América, o la itálica,
en Europa.
- Cabos. Corresponden al extremo de una península o a una porción
continental que se prolonga en el océano; ejemplo, el cabo
Guardafuí, en la península de Somalia, en África,
y el cabo de Hornos, en América.
- Estrechos. Paso angosto de paredes verticales y profundas que comunica
océanos o mares, por ejemplo, el estrecho de Bering que conecta
el Pacífico y el Ártico, o el estrecho de Gibraltar.
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- Corrientes cálidas. Se desplazan de las zonas ecuatoriales
hacia regiones polares. Como puede apreciarse en la Fig. 1, estas
corrientes siguen los litorales que están al este de los continentes
en las latitudes bajas, y se desvían hacia las costas del oeste
en las latitudes medias. Efectos climáticos. Las corrientes
cálidas elevan la temperatura de los lugares con climas fríos,
aumentan la humedad y proporcionan lluvias; esto se aprecia en la
Gran Bretaña y en Noruega, donde la Corriente del Golfo propicia
un clima más benéfico para el desarrollo de las actividades
humanas.
- Corrientes frías. Se originan en las regiones polares y
se desplazan hacia el Ecuador. Si observa la Fig. 1, notará
que estas corrientes se mueven frente a los litorales del oeste de
los continentes. Efectos climáticos. Las corrientes frías
impiden la evaporación normal en las zonas costeras, donde
se desplazan y propician aridez, como en el desierto de Atacama, en
el norte de Chile, por la Corriente de Humboldt o también llamada
del Perú. Sin embargo, las corrientes frías llevan consigo
una gran cantidad de nutrientes que generan una alta presencia de
seres vivos, lo que impulsa las actividades pesqueras, como en el
caso de Perú.
Además de los movimientos horizontales que se
dan en las capas superiores de los océanos, existen también
movimientos verticales de ascenso y descenso de agua, complementarios
a los primeros, y que forman parte de la dinámica de circulación
general de las aguas oceánicas, dando origen a corrientes profundas
o de fondo. |