Unidad 2. Lectura 2.26
 
El ojo y la visión.
 

El funcionamiento y la estructura del ojo son muy complejos; sin embargo, pueden comprenderse en forma relativamente sencilla al entender cómo se forma la imagen que estimula la retina, mediante la cual el cerebro recibe la información para convertirla en la visión.

El ojo se compone de un globo ocular (Fig. 1); en la parte frontal tiene la córnea, una capa transparente y abultada para refractar la luz. Después se encuentra el iris, que es la parte de color del ojo y que deja una abertura al centro llamada pupila. El iris controla el tamaño de esa abertura; cuando la intensidad luminosa es mucha, la pupila se reduce para dejar pasar menos luz, y cuando la intensidad luminosa es poca, se agranda para permitir el paso de más luz.

Entre la córnea y el iris se encuentra un líquido llamado humor acuoso, el cual tiene un índice de refracción de 1.33, aproximadamente. Después de la pupila está el cristalino, constituido por una sustancia elástica y transparente; tiene forma de lente y se regula por medio de los músculos ciliares que están a su alrededor. El índice de refracción del cristalino es de 1.40, aproximadamente.

 
 

Fig. 1 El ojo tiene un sistema de lentes y una abertura con los que se forman imágenes y las envía al cerebro.

 

Cuando se observa un objeto lejano, la lente (que es el cristalino) se adelgaza para que la imagen se forme en la retina (Fig. 2 (a)); cuando se observa un objeto cercano, el cristalino se hace más grueso con el mismo propósito (Fig. 2 (b)).

Después del cristalino se encuentra un líquido transparente llamado humor vítreo que, al igual que el humor acuoso, tiene un índice de refracción de 1.33, aproximadamente. Como la diferencia entre los índices de refracción del humor acuoso y vítreo con el cristalino es pequeña, la mayor desviación de la luz ocurre en la córnea; por ello, el cristalino actúa como un ajuste fino.

La retina está compuesta de elementos fotosensibles denominados bastones y conos, que se estimulan según la intensidad y el color de la luz que les llega. El estímulo luminoso se transforma en potencial eléctrico que estimula las células nerviosas hasta que llega al cerebro, en donde se completa el mecanismo de visión.

 
 

Fig. 2 El cristalino es una lente deformable que se ajusta según la distancia del objeto.

 

Muchas personas no tienen una visión normal. Los tres principales problemas son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Cada una tiene que ver con el cristalino y pueden corregirse con lentes externos.

Para que una imagen se vea nítida, es necesario que los rayos de luz que convergen al pasar por el cristalino, coincidan en la retina. Si esto no ocurre la imagen no se observará claramente, será borrosa y deforme. Este proceso es similar a cuando no se enfoca bien con una cámara fotográfica, la imagen en la película se verá borrosa.

  • Miopía. Es cuando la persona no puede ver objetos lejanos con claridad, pero sí los cercanos. Esto ocurre porque los rayos de luz desviados por el cristalino coinciden antes de la retina formando una imagen borrosa. El problema se corrige con una lente divergente.
 
 

Fig. 3 Las personas que padecen miopía no pueden ver bien de lejos; por ello, deben usar lentes divergentes que formen la imagen con claridad en la retina.

 
  • Hipermetropía. Es cuando las personas no pueden ver bien los objetos cercanos, pero sí los lejanos. Lo que ocurre ahora es que los rayos desviados por el cristalino se juntan más allá de la retina y forman una imagen detrás del ojo. La manera de corregir la hipermetropía es anteponiendo una lente convergente que forme la imagen en la retina (Fig. 4).
 
 

Fig. 4 Quienes padecen hipermetropía no pueden ver bien de cerca; para corregir la imagen en la retina deben usar lentes convergentes.

 
  • Astigmatismo. Ocurre cuando el cristalino no tiene forma circular. Quienes lo padecen, observan los puntos como líneas. Para corregir este problema deben utilizarse lentes ligeramente cilíndricas. Es muy sencillo saber si se tiene astigmatismo. Observa detenidamente la Fig. 5, primero con un ojo y después con el otro. Si observas líneas más gruesas y grises es que padeces de astigmatismo.

El astigmatismo puede acompañarse de miopía o de hipermetropía, y ser diferente en cada ojo. Un oculista puede determinar con precisión la magnitud del padecimiento y corregirlo con las lentes adecuadas.

 
 

Fig. 5 Para detectar si padeces astigmatismo, debes observar esta figura, primero con un ojo y después con el otro. ¿Tienes astigmatismo? ¿En uno o en ambos ojos?

 
Responda las siguientes preguntas.
 

Describa el ojo y las partes que lo integran.

 
 
Explique cuáles son los principales problemas de la visión.