Infecciones de transmisión sexual

Existen tratamientos médicos que eliminan completamente las infecciones ocasionadas por bacterias, protozoarios, hongos y otros parásitos, pero si éstas no son atendidas a tiempo pueden ocasionar serios problemas de salud.

Las ITS más frecuentes son la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis, la tricomoniasis, la candidiasis y la pediculosis púbica. 

Sífilis

Microorganismo que la causa: Treponema pallidum.

Principales síntomas. La primera señal de contagio es la aparición de un pequeño grano (llamado chancro) en órganos sexuales, boca o ano. Este grano se ulcera pero no duele ni presenta pus; desaparece entre cuatro o seis semanas después; no obstante, esto no significa que la infección se haya curado.

En un segundo momento pueden aparecer pequeñas ronchas rojizas en el cuerpo, de las que sale un líquido que puede llegar a infectar a otras personas a través del contacto directo. Esas ronchas desaparecen luego de unas semanas, pero no la infección.

Treponema pallidum
   

Gonorrea

Microorganismo que la causa: Neisseria gonorrhoeae.

Principales síntomas. Dos a 20 días posteriores a la infección, los hombres se pueden sentir dolor o ardor al orinar y presentar escurrimiento de líquido con pus por la uretra (conducto por el que sale la orina). Si no se atiende rápidamente, la gonorrea infecta la próstata y produce inflamación.

En las mujeres puede no presentarse ningún síntoma, por lo que llega a suceder que ignoran que tienen la infección, la cual puede avanzar e inflamar las trompas de Falopio, produciendo dolor en la parte baja del abdomen. En ocasiones la manifestación de la infección es una secreción vaginal de color amarillo verdoso.

Neisseria gonorrhoeae
 

Clamidiasis

Microorganismo que la causa: Chlamydia trachomatis.

Principales síntomas. Una o dos semanas después de la infección, el hombre puede tener una secreción blanca que sale por la uretra, así como ardor al orinar.

En la mujer es frecuente que no se noten los síntomas. Cuando los hay, se puede presentar una secreción amarillenta por la vagina, sangrado vaginal entre una menstruación y otra, ardor o dolor al orinar, dolor en el abdomen, fiebre, náuseas y dolor durante las relaciones sexuales.

Chlamydia trachomatis
 

Tricomoniasis

Microorganismo que la causa: Trichomona vaginalis.

Estos parásitos viven hasta siete horas fuera del cuerpo humano, por lo que pueden sobrevivir en las toallas o la ropa interior e infectar a otras personas.

Principales síntomas. Cuatro a 28 días después de la infección la mujer puede sentir comezón en vagina y vulva, expedir un flujo amarillo o verdoso de mal olor por la vagina y presentar inflamación; puede haber dolor durante las relaciones sexuales.

En el varón, en la mayoría de los casos, no hay síntomas, lo que no significa que no tenga la infección y no pueda contagiar a su pareja. Puede haber inflamación de la uretra y dolor al orinar.

Chlamydia trachomatis

Infecciones de transmisión sexual (ITS) causadas por hongos y parásitos

Entre las principales se encuentran la candidiasis (producida por hongos). Esta infección puede ser resultado de un contacto sexual, pero también de alteraciones del organismo producidas por el uso de antibióticos o por enfermedades como la diabetes, el exceso de lavados vaginales, etcétera.

La pediculosis púbica (o ladillas, ocasionada por un parásito) también puede ser transmitida por relaciones sexuales y por contacto con ropa en la que se encuentren estos parásitos o sus huevecillos.

Infecciones de transmisión sexual (ITS) producidas por virus

Para estas ITS no existe una curación definitiva, sino que sólo se cuenta con tratamientos que las controlan mas no las erradican; esto significa que los virus permanecen en el cuerpo aun cuando desaparezcan las lesiones, por lo que es posible contagiar a otra persona. Por fortuna, estas infecciones pueden ser controladas con un tratamiento médico adecuado.

Por esta razón, aun cuando se eliminen los síntomas es necesario utilizar algún método protección de barrera (como el condón masculino y femenino) para evitar trasmitir la infección a la pareja, así como pedir la información médica necesaria para tener una vida sexual normal y satisfactoria.

Cuando se han padecido algunas de estas infecciones es importante mantener una revisión permanente de nuestra salud, ya que están asociadas al cáncer tanto en órganos sexuales masculinos como femeninos.