La historia de Manuela

En la mañana, tempranito, Manuela pone el café en el fogón. Nadie se ha despertado, ni siquiera el gallo. Pero Manuela ya empezó el día, uno como tantos, lleno de trabajo y de actividades cotidianas en las que se escribe su historia y al mismo tiempo la historia de su comunidad. [...]

Manuela y Ramiro tienen sueños, ideales, deseos. Han hecho planes para comprar un par de chivas, reparar el tractor y conseguir que se instale le energía eléctrica en su comunidad. Les gustaría ir más a menudo a visitar a sus parientes, tejer canastas de palma y escuchar su programa de radio favorito. Sus hijos quieren un balón, y el mayor anhela llegar a ser un gran futbolista y tener una novia cariñosa; también desean frecuentar más al abuelo para que les cuente historias viejas, tomarse una foto... En fin, tienen estos y muchos otros proyectos. Pero cabe preguntarse: ¿tendrán la posibilidad de realizarlos? Posiblemente unos sí, otros no. Todo depende de sus condiciones de vida; algunas favorecen el logro de ciertos proyectos y otras lo impiden. Asimismo, las condiciones de vida pueden variar en los aspectos económicos, socioculturales, políticos, históricos, ambientales y afectivos. [...]

Un modo de vida sano contribuye a que Manuela y su familia realicen sus proyectos.

Teresita Gómez Fernández, M. E. Guerra y O. González, Guía de educación para la salud comunitaria, México, Conafe, 2001.

"Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. Toda persona tiene derecho a la salud física y mental."

Declaración Universal de Derechos Humanos, artículos 22 y 25.