Unidad 3 • Tema 1 • Actividad 1 Actividad 1. Algunas pérdidasPerder significa dejar de tener algo que se poseía o se deseaba tener. A veces perdemos objetos, personas o actividades concretas, pero en otras ocasiones se trata de nuestras expectativas, es decir, aquello que creíamos o nos ilusionaba. Por ejemplo, ante la muerte de un ser querido no sólo perdemos físicamente, a esa persona sino todo aquello que habíamos planeado y deseábamos hacer con ella. La muerte no es la única pérdida que enfrentamos en la vida; hay muchas otras situaciones que nos generan ese sentimiento profundo de dolor; por ejemplo, cuando se termina una relación amorosa, cuando nuestra salud está en riesgo, cuando nos cambiamos de empleo e incluso cuando perdemos objetos debido a un accidente, un robo o un fenómeno natural.
La forma en que nos afectan las pérdidas varía de una persona a otra; eso se relaciona, entre otras cosas, con el apego que teníamos a nuestro ser querido, al objeto o a la situación y hasta qué punto nuestras ilusiones, proyectos y esperanzas estaban relacionadas con ellos. Por ejemplo, la pérdida de una hija o un hijo significa, además de la ausencia física, la pérdida de la esperanza de verlo crecer y desarrollarse, y hasta la oportunidad de que se hubiera hecho cargo de sus padres. La falta de oportunidades para tener un empleo puede provocar que las y los jóvenes reaccionen con enojo y frustración. También las personas adultas mayores frecuentemente se sienten rechazadas y tristes porque no se les contrata a pesar de su experiencia.
¿Cómo se siente Luisa por haber perdido el empleo? ¿Qué puede hacer para aceptar la pérdida y salir adelante?
¿Cómo se siente Rufino por haber pedido el empleo? ¿Qué puede hacer para aceptar la pérdida y salir adelante?
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