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Unidad 2 • Tema 1 • Actividad 5
Actividad 5. ¿Nos conocemos?
La autoconciencia nos ayuda a manejar nuestras emociones porque ante una situación determinada nos preguntamos: ¿qué siento ahora mismo?, ¿qué quiero?, ¿cómo estoy actuando?, ¿cuál es mi interés en este momento?, y ¿cómo voy a actuar?
Para aumentar la autoconciencia, es necesario reflexionar cómo reaccionamos ante las personas y los hechos que forman parte de nuestra vida. Puede ayudarnos responder las siguientes preguntas:
¿Qué pienso?
Cuando aparece una emoción, generalmente está acompañada de una idea que puede ser positiva o negativa.
Esta idea o ideas están influidas por nuestra historia personal, nuestras capacidades naturales, y por los valores y creencias que practicamos en el entorno donde vivimos.

¿Qué siento?
Las emociones están acompañadas de algunas reacciones del cuerpo; entre otras:
- El corazón late aceleradamente.
- Enrojecimiento del rostro.
- Sudor frío en las manos y el cuerpo.
- Intranquilidad.

Estas reacciones nos dan información de lo que nos pasa y nos ponen en alerta para actuar.
Es importante que identifiquemos lo que sentimos y pensamos para evitar actuar por impulso (por ejemplo, reaccionar con ira o enojo).
¿Cuál es mi intención?
Es necesario identificar qué deseo o quiero lograr y que esto sea posible de alcanzar, pero que no afecte ni dañe a las demás personas.

¿Cómo actúo?
Es importante estar conscientes de nuestras acciones, actuar con seguridad, confianza y tranquilidad, tratando de resolver o aclarar la situación para mejorar la convivencia con los demás.
A veces decimos una cosa y manifestamos otra con una mirada o mueca.
Realiza lo que se pide
Piensa en alguna situación que hayas vivido y en las emociones que experimentaste y, con esos datos, llena la tabla. Observa los ejemplos.
Describe la situación |
¿Qué pensaste en ese momento? |
¿Qué sentiste? |
¿Cuál era tu intención? |
¿Cómo actuaste? |
Ejemplo: Mi madre me gritó por llegar tarde a casa. |
Que no quería escucharla. |
Coraje y tristeza, al mismo tiempo. |
Ignorarla. |
Con gritos le dije que la próxima vez mejor no llegaría. |
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Reflexiona en cuál debió ser la forma adecuada de manejar la situación anterior, de acuerdo con lo que acabamos de ver sobre cómo reaccionamos ante las personas y los hechos que forman parte de nuestra vida. Observa el ejemplo.
Describe la situación |
¿Qué pensaste en ese momento? |
¿Qué sentiste? |
¿Cuál era tu intención? |
¿Cómo actuaste? |
Ejemplo: Mi madre me gritó por llegar tarde a casa. |
Mi mamá está alterada y tiene razón porque se preocupó; debo tranquilizarla. |
Que mi cuerpo se ponía muy tenso, pero respiré profundo y traté de pensar en lo que debía decir. |
Platicar con ella y decirle que tenía que esperar que alguien me llevara a casa. |
Escuché lo que ella me dijo y, una vez que se calmó, le expliqué la razón por la que llegué tarde. |
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Contestar estas preguntas nos ayudará a conocer cómo reaccionamos ante una situación y además aprenderíamos a manejar las emociones para que no nos dañen y no afectemos las relaciones interpersonales.
Para conocer mejor nuestras emociones, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
- Nos ayudan a sentir, a transmitir cómo nos sentimos, a facilitar las relaciones sociales y a valorar e influir en el comportamiento de los demás.
- Forman parte de nuestra existencia: cada acción que realizamos viene acompañada de una emoción (ver una película, recordar algún episodio de la infancia, a la novia o novio que me “cortó”, significan tristeza, alegría o enojo).
- Todos tenemos y sentimos emociones como la ira, el coraje, la tristeza, la alegría y el miedo.
- La educación que recibimos influye en la expresión de emociones como los celos, la envidia o la vergüenza. Podemos sentir más de una emoción: celos con ira, o alegría y tristeza, al mismo tiempo.
Si consideramos lo anterior, tenemos una idea cada vez más clara de lo que son las emociones, podremos manejarlas y actuar y, con ello, mejorar nuestras relaciones con las personas con las que convivimos.


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