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Unidad 1 • Tema 3 • Actividad 11 ![]() Actividad 11. Lo que me preocupa
La preocupación constante nos impide tomar decisiones o expresar lo que pensamos y sentimos. Las personas que están siempre preocupadas, es decir, angustiadas por algo que ocurrió u ocurrirá, y angustiadas por situaciones relacionadas con la salud, el dinero, las relaciones con los hijos, la pareja o el trabajo, expresan esa preocupación con miedo o enojo constantes, lo que les puede ocasionar alguna enfermedad emocional. Las preocupaciones son parte de la vida diaria. Todas las personas las experimentamos en mayor o menor medida y muchas perjudican la salud. Algunas personas se sienten agobiadas por la falta de oportunidades y por la rutina que enfrentan a diario, experimentan frustración, estrés o les parece que su vida no tiene sentido. La preocupación permanente nos inmoviliza para tomar decisiones o expresar lo que pensamos y sentimos.
Abre los ojos y quédate con las soluciones que imaginaste. Escríbelas como si ya fueran realidad. Por ejemplo, si tu problema principal es “la falta de empleo”, podrías escribir algo así: Voy a buscar más opciones y a platicarles a varias personas que busco trabajo y les dire lo que sé hacer. Cuando lo encuentre, voy a trabajar lo mejor que pueda, con entrega y con mucho entusiasmo.
Por ejemplo: Soy eficiente en mi oficio, soy una persona responsable. Me gusta mi trabajo y puedo aprender cosas nuevas. Mis hijos o hermanos pueden aprender a realizar las tareas de la casa. Hay empresas que necesitan gente como yo, etcétera. Mis recursos personales son: Procura mantener pensamientos que contribuyan a lograr lo que deseas y escribe lo que puedes hacer para llegar a la solución que imaginaste. Apunta todo lo que se te ocurra, aunque esté en desorden o parezca imposible de realizar. Por ejemplo: Lo que puedo hacer es decir a mis amistades que me avisen si saben de algún empleo. Actualizarme en mi oficio; hacer una lista de las empresas en las que me gustaría trabajar y visitarlas para ofrecer mis servicios. Preparar varias solicitudes de empleo, asistir por lo menos a dos entrevistas cada día, etcétera. Lo que puedo hacer es:
Planear, organizar y jerarquizar nuestras acciones para resolver un problema o conflicto es “entrar en acción”. También es importante que aprendamos a negociar con la pareja, los hijos y las hijas o en el trabajo (horario, salario, horas extra), y comunicar nuestros sentimientos y pensamientos a las personas que nos rodean, ya que esto nos puede ayudar a construir relaciones más armónicas y agradables.
El reconocimiento y la valoración permanente de uno mismo como hombre o mujer nos ayuda a enfrentar y a manejar nuestras emociones en nuestro beneficio. Por ejemplo, si estamos tristes y enojados porque perdimos un trabajo, en vez de pensar que somos inútiles, que el jefe no reconoció nuestro trabajo o recurrir al consumo de alcohol o drogas para “curar” la pena, podemos utilizar ese coraje para buscar otro trabajo mejor al que teníamos, a dedicar más tiempo a los quehaceres del hogar y a la familia; a conocer personas que puedan ayudarnos a conseguir trabajo y, por supuesto, a reconocer nuestras fallas para no repetirlas.
No hay problemas, John Lennon
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