Unidad 1 Tema 1 Actividad 3

Actividad 3. Emociones pasajeras

Todas las personas podemos vivir de manera pasajera emociones como miedo, alegría, tristeza, angustia o dolor; pero cuando estas  emociones se presentan con mucha frecuencia o de manera permanente, causan daño al cuerpo y a la mente.


Observa las imágenes, analízalas y contesta.


1. ¿Cómo reaccionabas cuando algún niño o niña mayor te golpeaba o te quitaba algo?

2. ¿Qué hacías cuando tus padres te negaban algún permiso porque no habías cumplido con tus deberes?


Escribe tres situaciones que te causen enojo y el motivo que causa ese enfado.

  Situación de enojo Motivo
1.
2.
3.

  • Las emociones más difíciles de aceptar, reconocer y manejar son el enojo, la ira, el disgusto que nos causa no conseguir lo que queremos, el rechazo de los demás, la burla de la gente que nos rodea al darse cuenta de nuestras fallas o faltas, y la crítica hacia nuestros actos. A veces expresamos estas emociones de una manera que daña y lastima a los demás y a nosotros mismos.

    Por ello, es importante reconocer cuál fue la causa que originó nuestro enojo o coraje y cómo podemos resolverlo sin recurrir a la violencia contra nosotros o contra las demás personas; de lo contrario, es probable que lleguemos a enfermar y a dañar a quienes nos rodean.


Lee la historia de Luis. Después, contesta las preguntas.

A Luis, desde pequeño, su padre lo regañaba a gritos; lo humillaba frente a otros niños porque no sabía patear la pelota. Siempre lo comparaba con sus hermanos y le decía que no servía para nada. Un día lo llamaron de la escuela porque Luis era muy peleonero, le gritaba a la maestra y, aunque era y sigue siendo muy inteligente, siempre parece triste y enojado.


1. ¿A qué crees que se debió el comportamiento de Luis?

2. ¿Qué le recomendarías al padre de Luis sobre el trato que éste le daba a su hijo?

3. ¿Qué pudo haber hecho la maestra de Luis?

4. Actualmente, ¿qué puede hacer Luis para actuar en forma distinta y no dañarse emocionalmente y ni dañar a quienes le rodean?


Cuidémonos de no humillar, comparar o maltratar a las personas que nos rodean, porque se guardan resentimientos que lastiman y causan daño. Sin embargo, analizar y tratar de cambiar nuestros comportamientos nos permitirá estar sanos.

Además de cuidar el cuerpo, es indispensable aprender a manejar nuestras emociones; así como necesitamos alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio y trabajar en lo que nos gusta, también es importante aprender a reconocer y manejar nuestros estados emocionales.


Para reconocer tus emociones

  • Valora todas las vivencias “buenas” o “malas” que has tenido. Reconoce que forman parte de tu historia y de lo que tú eres y has logrado en la vida.
  • Evita generalizar o utilizar palabras como siempre, todos, nadie o nunca, por ejemplo: “nunca me escuchas”, “todo lo haces mal”, etcétera; porque lastiman y dañan a las demás personas.
  • Haz un listado de tus cualidades y defectos, para saber lo bueno que tienes y cambiar lo que no te gusta de ti; por ejemplo si eres una persona que se “molesta cuando las cosas no le salen bien”, analiza y piensa que no todo en la vida va a salir como queremos porque existen factores ajenos que nos impiden obtener el logro deseado.
  • Reconoce que las personas adultas que te educaron lo hicieron así porque pensaron que era lo correcto o adecuado para ti.
  • Si alguna vez piensas en alguna experiencia que viviste en la infancia y que fue desagradable, sé consciente de que puedes cambiar tu actitud para no repetir esa historia con personas cercanas, como tus hijos, hijas o tu pareja.