Empleo y Desempleo

Trabajo, en un sentido amplio, es toda actividad humana que nos permite producir lo que necesitamos, ya sean bienes materiales como la ropa, el calzado, o servicios como los médicos, la luz o el gas. El trabajo puede ser o no pagado, como el que hace el ama de casa, que no recibe ningún sueldo por su labor doméstica.

Llamamos empleo a un trabajo que se hace a cambio de un pago. Tener un empleo no sólo es el medio principal para satisfacer nuestras necesidades materiales, sino también para facilitar la integración social; es decir, es la manera de tener un lugar en la sociedad para sentirnos útiles y cómodos dentro de ella.


La falta de empleo genera condiciones sociales difíciles de resolver

Como toda actividad que realizan los seres humanos, el trabajo ha ido cambiando a través del tiempo. Hace varios cientos de años, o quizá más, la mayor parte de la población de todo el mundo se dedicaba a cultivar la tierra. Así, el ser humano estaba ligado a un lugar y a un trabajo que propiciaba cierta sensación de estabilidad y seguridad. También, desde hace muchos siglos, los seres humanos se han dedicado a la artesanía: han hecho sus propias vestimentas y fabricado sus armas y herramientas de trabajo.

Conforme el mundo fue cambiando, el individuo inventó máquinas con las que se originó la industria, que a su vez generó muchos empleos. Una gran cantidad de personas empezó a trabajar en la minería, en la construcción, o en la elaboración de ciertos productos básicos, entre otras actividades. También hubo ocupaciones que tuvieron que ver con la administración de los recursos y de las industrias, trabajo que en la actualidad desempeña gran parte de la población, además de ocuparse en los servicios y el comercio.

Tener empleo no sólo significa ganar dinero gracias a nuestro esfuerzo, sino alcanzar condiciones dignas de trabajo, tener asegurado un ingreso mínimo y, en la medida de lo posible, la continuidad de ese trabajo. Para ello, se han dictado leyes que el gobierno se encarga de vigilar, junto con los sindicatos.

Los sindicatos son organizaciones de trabajadores que luchan por mejorar los salarios y las condiciones laborales; también tratan de asegurar los empleos y que los trabajadores tengan acceso a servicios de salud, días de descanso y a retirarse en la vejez con alguna paga.

Hoy por hoy, lo que influye en el tipo de trabajo y en los salarios es la oferta y la demanda. La oferta es la cantidad de algún bien o servicio que se ofrece; por ejemplo, si en una comunidad hay muchos carpinteros pero la población no alcanza a contratarlos a todos porque no tienen mucha necesidad de sus servicios, entonces se dice que hay mucha oferta pero poca demanda, por lo que el pago por ese servicio es bajo; al contrario, si en esa misma comunidad hay solamente un herrero y mucha gente lo necesita, el herrero va a tener mucha demanda, o sea, mucho trabajo, por lo que al haber poca oferta de ese trabajo, el señor podrá cobrar más caro que si lo hiciera en otro lugar donde hubiera más herreros.

Los vendedores ambulantes son resultado de la crisis en la generación de empleos.

Así funciona el empleo en los diferentes países. La oferta y la demanda son un factor decisivo para la valoración económica del empleo. En épocas de crecimiento económico de una nación, la demanda aumenta la mano de obra y por tanto el nivel de empleo, mientras que en tiempos de crisis económica faltan empleos.

Cuando las personas sanas y en edad productiva no encuentran ningún puesto de trabajo se dice que están desempleadas. Desafortunadamente ya dijimos que, en la actualidad, muchas personas carecen de empleo. El desempleo no implica el mismo grado de necesidad para todas las personas; por ejemplo, para un padre de familia es más duro quedarse sin empleo que para un joven que recién ha terminado sus estudios pero aún no tiene hijos.

Una de las principales metas que persiguen los países en el mundo es que todos sus habitantes tengan la posibilidad de trabajar a cambio de un salario que les permita cubrir sus necesidades básicas. Así, los gobiernos de los países buscan generar fuentes de trabajo y para ello planean cómo hacerlo. A veces los gobiernos deciden sacrificar parte del empleo de sus habitantes para resolver problemas que ellos o los empresarios consideran más graves; por ejemplo, en 1995 en México se cerraron muchas fuentes de trabajo pues la crisis económica de fines de 1994 repercutió en el alza de los precios de todos los productos, al grado de que muchas empresas no tuvieron el suficiente dinero para pagarle a sus empleados, por lo que se vieron precisados a despedir a muchas personas bajando con ello su producción y, por lo tanto, su ganancia. En ese caso los empresarios consideraron más importante salvar las empresas y conservar menos trabajadores que provocar su quiebra total.

Hay varios tipos de desempleo, los principales son:

  1. Cuando los trabajadores desean cambiar de trabajo, a veces hay un tiempo en el que se quedan sin él; en algunas épocas ese tiempo es más largo de lo deseable.

  2. Hay trabajos que son sólo de temporada, por ejemplo, en la época de cosecha un agricultor necesita contratar a algunas personas, pero al terminar la temporada se quedarán sin trabajo. Entonces esos trabajadores deberán buscar otra actividad y, mientras la encuentran, están desempleados.
  3. Cuando el número de puestos libres en un país es inferior al total de personas que necesitan emplearse. Esto pasa en los países en los que la población crece demasiado rápido.

  4. A veces la fuente de trabajo se va a otro lugar, por ejemplo cuando una fábrica se cambia de localidad y ésta queda muy lejos de donde viven los que solían trabajar ahí: esos trabajadores se quedan sin trabajo.
  1. Cuando un avance tecnológico, por ejemplo, una máquina, sustituye a trabajadores porque ya no hacen falta o porque esas personas no saben manejarla. Como consecuencia se requiere la contratación de personal preparado, y el que no lo está pierde el empleo.
  2. Cuando en algún lugar que suele haber trabajo de pronto empiezan a llegar muchas personas de otro lugar, entonces los empleos se vuelven insuficientes para todas aquellas personas que los necesitan.

  3. Cuando una empresa tiene problemas para vender sus productos o debe cerrar a causa de sus deudas puede dejar a sus trabajadores sin empleo.

Se le llama población económicamente activa a todas las personas de doce años o más que desempeñan alguna actividad para ganar dinero.

Además del desempleo, que es una situación extrema, hay una situación intermedia a la que se le llama subempleo. Éste se presenta cuando las personas se ven obligadas a desempeñar trabajos que exigen menos de lo que son capaces de hacer, ya sea por su preparación o por el poco tiempo que lo desempeñan. En nuestro país es muy común el subempleo; por ejemplo, en las ciudades de todo el país hay personas que han hecho algunos estudios y no encuentran trabajo en su profesión, por lo que se ven obligadas a contratarse como taxistas, encargados de una tienda, vendedores ambulantes y otras actividades.