Símbolos patrios

Escudo nacional

Una de las referencias más antiguas que tenemos de dos de los componentes del Escudo Nacional, el águila y la serpiente, se remonta, aproximadamente, al año 859 de nuestra era, dentro de la cultura tolteca. Los toltecas representaban las culebras gemelas, cohuatl, y el ojo del águila que representaba al Sol que observaba el universo.

Otro grupo prehispánico, los nahuas, rendían culto en el cerro del Tepeyac a un símbolo que representaba a un águila con culebra. Posteriormente, los aztecas detuvieron su larga peregrinación en el año 1325, cuando encontraron un lugar donde: “Un águila sobre un nopal destrozando con el pico una culebra que cogiera con una garra”, según el presagio de su sacerdote Tenoch. En ese sitio fundaron la ciudad de Tenochtitlan, palabra que significa lugar de la piedra y del nopal.

Para las culturas prehispánicas el águila y la serpiente representaban a sus dioses, en tanto que para los españoles estas representaciones estaban asociadas a otros significados, particularmente en lo que se refiere a la serpiente, que se encontraba muy vinculada con los dogmas religiosos de los conquistadores.

Durante la época del virreinato se prohibió el uso del águila porque se le consideraba de origen pagano. Durante la lucha de independencia se retomó al águila como símbolo de México, primero en la bandera insurgente de la junta de Zitácuaro y posteriormente, en el imperio de Agustín de Iturbide.

En el año de 1823, el Congreso Constituyente determinó que el águila con la serpiente entre las garras, parada en un nopal rodeada de una rama de laurel y otra de encino, sería el sello de nuestro país.

En el siglo XX, Venustiano Carranza expidió un decreto en el que se establecía que la representación del Escudo Nacional debería corresponderse con los viejos códices, el águila de perfil posada sobre un nopal y éste sobre una piedra en el agua. Debido a las condiciones políticas que vivía el país, el decreto no entró en vigor y el diseño fue modificado posteriormente.


Escudo utilizado en la papelería oficial de Venustiano Carranza.

Escudo diseñado por Tomás de la Peña y utilizado de 1881 a 1908.


Escudo diseñado por Jorge Enciso. Versión oficial para banderas.

En 1934 se expidió un decreto en el que se determinó la representación que tendría el Escudo Nacional; se conservó el águila de perfil, se estilizó su plumaje y la forma de la serpiente. Posteriormente, en los años de 1967 y 1983 se emitieron decretos para reglamentar el uso de los símbolos nacionales: Escudo, Bandera e Himno Nacionales. El último de estos decretos entró en vigor el día 24 de febrero de 1984. En él se señala que: “El Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana, con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel más alto que el penacho y ligeramente desplegadas en actitud de combate, con el plumaje de sustentación hacia abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico natural. Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido, que nace en una peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y con el pico, en actitud de devorar, a una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto. Varias pencas de nopal se ramifican a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del águila y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicírculo inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que, cuando se representa el Escudo Nacional en colores naturales, corresponden a los de la Bandera Nacional.”

Bandera nacional

El origen de la Bandera Nacional también se remonta a la época prehispánica. Dentro de la cultura tarasca existía la costumbre de llevar estandartes o banderolas de colores verde, blanco y rojo, pero por separado. Se dice que gobernantes de distintos reinos tarascos eligieron los colores verde, blanco y rojo porque con ellos querían representar la coloración del plumaje de aves como el colibrí, la gaviota y la guacamaya, respectivamente. Se sabe que esos estandartes se unían como signos cuando algún guerrero resultaba vencedor.

Los aztecas, tlaxcaltecas y tepanecas también usaban estandartes que utilizaban para identificar a su gobernante o a su estado. Durante la colonia se utilizaron estandartes y banderas que generalmente presentaban los escudos de los monarcas españoles. Miguel Hidalgo y Costilla utilizó como bandera un estandarte de la Virgen de Guadalupe.


La fundación de México según el Atlas de fray Diego de Durán.

Don Miguel Hidalgo y Costilla utilizó como bandera un estandarte de la Virgen de Guadalupe.

Se tiene conocimiento de que entre 1812 y 1817, aparece la primer bandera tricolor en el ejército de Guadalupe Victoria o en el de Nicolás Bravo. En el año de 1815, el Congreso emitió un decreto en el cual se propone la creación de tres banderas: de guerra, parlamentaria y de comercio. Posteriormente, el día 24 de febrero de 1821, fecha en la que se proclamó el Plan de Iguala, se empieza a utilizar una bandera nacional que por encargo de Iturbide tenía franjas diagonales de color rojo, verde y blanco, con una estrella en cada franja y en el centro una corona imperial.

En 1823, el Congreso Constituyente establece oficialmente que la Bandera Nacional será tricolor: verde, blanco y rojo con una águila en el centro, sin corona. De entonces a la fecha la posición del águila cambió en repetidas ocasiones. A partir del 30 de diciembre de 1983, fecha en la que se emite un nuevo decreto que entra en vigor el 24 de febrero de 1984, se dispuso que la Bandera: “…consiste en un rectángulo dividido en tres franjas, verde, blanca y roja, donde en la central contendrá el Escudo Nacional, con diámetro de tres cuartas partes del ancho de dicha franja, siendo la proporción entre anchura y longitud de la bandera, de cuatro a siete.”


Bandera del segundo imperio que muestra el escudo de armas utilizado por Maximiliano en 1864


Bandera del regimen de infantería del Ejército trigarante

Himno nacional


Jaime Nunó

Francisco González Bocanegra

El 12 de noviembre de 1853 se publicó en el Diario Oficial una convocatoria para componer un Himno Nacional. El día 5 de febrero de 1854 se dio a conocer que el poeta Francisco González Bocanegra, autor de la letra, era el triunfador. Él y el compositor de la música, Jaime Nunó, lograron que el Himno expresara las aspiraciones de libertad y defensa de la soberanía del pueblo mexicano, tan necesarias en ese periodo histórico.

En nuestro país hay una gran diversidad en el patrimonio cultural, es decir, producciones o construcciones elaboradas, a lo largo de su historia, por los distintos grupos culturales que forman este país y que expresan sentidos y significados reconocidos y asumidos por los grupos que los crearon. Existen otros productos que son identificados y asumidos por la nación en su conjunto, entre ellos están los símbolos patrios.