Aunque es difícil predecir los efectos del cambio del clima en todo el mundo, se pueden hacer algunas predicciones razonables.

El principal efecto del calentamiento sería el cambio global del comportamiento de la lluvia. En algunas áreas llueve menos y en otras más que antes. Estos cambios afectan la distribución y la extensión de los desiertos y de las regiones fértiles. Se alteran las actividades agrícolas actuales, además de que muchas especies de plantas y animales que dependen de ellas se extinguen.

La velocidad con la que se está dando el cambio climático no permite que muchas especies de animales y plantas se puedan adaptar, por lo que están desapareciendo.

Los ecosistemas marinos también se verían afectados por los cambios de temperatura y de corrientes de agua, lo que tiene graves consecuencias para la vida marina y para la pesca. Las condiciones climáticas se volverían más extremas, con tormentas tropicales más frecuentes y huracanes más violentos. De acuerdo con algunos cálculos científicos, para la mitad del siglo XXI los huracanes alcanzarán velocidades extremas, que ocasionarán grandes destrucciones.

Estudios recientes realizados por especialistas de Gran Bretaña indican que entre 1980 y 1994 se derritió un millón de kilómetros cuadrados de hielo del Ártico; como consecuencia aumentaría el caudal del mar y la posibilidad de situaciones graves. Por ejemplo, en el estado de Tabasco el agua de mar podría desplazarse 40 kilómetros tierra adentro, lo que produciría cambios drásticos en el paisaje y en sus habitantes. Muchas islas desaparecerían.




Ante esta situación, los representantes de las distintas naciones de la Tierra tuvieron una reunión en Río de Janeiro (1992), llamada Cumbre de la Tierra, con la finalidad de buscar medidas alternativas para evitar que el problema del calentamiento global se vea agravado.

La población tiene una importante función: demandar a sus representantes y a sus gobiernos que se cumplan las disposiciones establecidas para evitar o disminuir las causas que provocan el calentamiento de la atmósfera.

Por su parte, algunas medidas que los ciudadanos pueden llevar a cabo son las siguientes:

• Reducir el uso de vehículos automotores usando el transporte público y organizándose con sus vecinos para usar los transportes familiares de manera más eficiente y así reducir el nivel de bióxido de carbono.


• Promover el uso de la bicicleta o, en su defecto, del transporte público. Vigilar que los representantes públicos den mantenimiento a las unidades.

• Apoyar las acciones que realizan distintas organizaciones civiles o
gubernamentales que trabajan por el cuidado del ambiente. Comprar aparatos electrodomésticos que sean más eficientes en el consumo de energía.

Proteger las áreas verdes y evitar que se talen los árboles. En la medida de lo posible, sembrar y cuidar algunas plantas en el lugar donde vivimos.