El suelo debe ser considerado como un recurso natural fundamental para la vida y el desarrollo, porque de él depende la existencia de las plantas, sin las cuales no habría vida en el planeta. Por eso, es importante saber cuáles son las características de un suelo sano, para poder detectar y resolver los diferentes problemas que tenemos con este recurso.


El suelo tiene poros (los espacios
que hay entre sus partículas),
que permiten la entrada y salida de aire.

 


Los nutrientes del suelo que
ayudan a crecer a las plantas,
provienen de restos de vegetales y animales muertos.

 


El agua ayuda a que las plantas
absorban los nutrientes que
hay en el suelo.


El suelo se protege de la acción
del viento y el agua con la hierba
y hojas secas que lo cubren.


Así como nosotros necesitamos aire para respirar, agua y nutrientes para que nuestro cuerpo funcione bien, así también el suelo necesita aire, agua y nutrientes para dar y mantener la vida de las plantas. Cuando perdemos nuestra salud, que es algo muy valioso, perdemos fuerza, nos debilitamos y si nos descuidamos podemos morir. Esto mismo le puede suceder al suelo y por eso debemos conocerlo bien para poder detectar y resolver a tiempo sus problemas.

Adaptado del libro Cómo conservar y cuidar tu suelo, de A. Curiel, Jalisco, UdeG / Fundación PRODUCE, Jalisco, 1998.