Actividad 2
 
Te invitamos a que leas una historia en la primera actividad.
 

Recordando al Patito Feo

 

Crack, crack, crack, tronaron los cascarones de los patitos. Crack, crack, tronó un rato después el último cascarón. Cuando los patitos lo vieron estirar sus largas patas y su cuello se rieron y burlaron de él.

El patito feo quiso olvidar los comentarios. Se unió a ellos. ¡Qué desgarbado!, le decían.

Sus ojos se empañaron y él se repetía: ¡Qué feo soy, qué feo! Los patitos lo rechazaron y picotearon.

¡No lo querían! El patito feo se ocultó entre los carrizales muy triste.

Seguía repitiéndose: ¡Qué feo soy, qué feo! Pasaron los días y el patito feo creció. Estaba fuerte, su plumaje brillaba con el sol. Se fue a nadar a la laguna y miró su reflejo en el agua; era garboso, elegante. Pero él seguía repitiéndose: ¡Qué feo soy, qué feo!

¡Era un cisne!

 
 
Escribe enseguida qué mensaje encuentras en la historia del patito feo:
 
Ahora, ponte frente a un espejo, obsérvate bien y contesta los siguiente:
 
Lo que me gusta de mí
 
Lo que no me gusta y puedo cambiar
 
La característica que más me gusta de mí es:
 
La que menos me gusta y no puedo cambiar es:
 
La que menos me gusta y debo aceptar es: