La vara y sus pequeños

En Napiniaca, el uso de copias exactas de la vara de Kia en la medición resolvió muchos problemas, pero también creó otros nuevos. Algo que notaron los acajay fue que la vara no ajustaba para medir muchas cosas: a veces algo medía poco más de tres varas; en otras ocasiones, algo medía dos varas más casi la mitad de otra o, a veces, algo medía poco menos de cinco varas.

Los acajay se dieron cuenta de que necesitaban medidas más pequeñas para llenar los espacios que la vara no alcanzaba a cubrir con exactitud. Comenzaron a usar sus dedos para medir lo que la vara no cubría, pero pronto se dieron cuenta de que no todos tenían los dedos del mismo tamaño; algo que para uno medía dos varas más cinco dedos, para otro medía dos varas más cuatro dedos.

 

Una tarde se reunió el Consejo de los acajay para
discutir qué podían hacer para resolver el problema
de medir los espacios que la vara no alcanzaba a
cubrir con exactitud. Ocomo, un alfarero, dijo que
él usaba palitos para medir los espacios que la vara
no cubría con precisión. A estos palitos Ocomo les
llamaba caimos.

El usar palitos (o caimos) les pareció una buena solución a muchos de los acajay, pero pronto se dieron cuenta de que su uso conllevaba algunas complicaciones. Algunos acajay preferían utilizar palitos de pocos tamaños; ello facilitaba saber cuáles habían utilizado para medir, pero tenían el problema de que no siempre ajustaban para cubrir un espacio con exactitud. Otros acajay utilizaban palitos de muchos tamaños, perocon frecuencia los confundían y apuntaban mal las mediciones que hacían.

Fue a Numa a quien se le ocurrióuna forma sistemática y verdaderamente ingeniosa de elaborar los palitos. Ella propuso hacerlos de una forma en que pudiera haber muchos palitos y que fuera fácil reconocer el tamaño de cada uno.

En el sistema de Numa, cuando la vara no alcanzaba a medir algo, se utilizaba primero el oticaimo, que en español quiere decir pño de a 2. El oticaimo era un palito deño tal que algo que medía una vara también medía, exactamente, dos oticaimos. Hoy en día sabemos que el tamaño de un oticaimo sería de un medio de vara de vara).

En el sistema de Numa, si el oticaimo (o medio) tampoco ajustaba para medir algo, entonces se probaba con el eticaimo, que en español quiere decir pño de a 3. El eticaimo era un palito deño tal que algo que medía una vara también medía, exactamente, tres eticaimos. Hoy en día sabemos que el tamaño de un eticaimo sería de un tercio de vara de vara).

En el sistema de Numa se podían hacer caimos más y más pequeños que sirvieran para llenar casi cualquier espacio. Más pequeño que el eticaimo (o tercio) era el uticaimo, que en ñol quiere decño de a 4. Hoy en día sabemos que el tamaño de un uticaimo sería de un cuarto de vara 1/ 4 de vara). En este sistema también se podían hacer pequeños de a 5 ( 1 5 de vara), de a 6 ( 1 6 de vara) y así sucesivamente.

El sistema que descubrió Numa fue muy útil a los acajay, ya que, por una parte, hacía posible elaborar caimos con los que se podía cubrir con precisión casi cualquier espacio y, por otra parte, facilitaba el poder reconocer el tamaño exacto de cada uno de los palitos.

Así se dice que sucedieron las cosas en la antigua ciudad de Napiniaca, cuna de hombres y mujeres sabios llamados acajay.