Matemáticas 1 Clasificar cosas. Para poder contar diferentes cosas, hay que saber distinguirlas, por eso es importante que los niños jueguen a clasificar. Motiva a tus hijos para que hagan distintas clasificaciones a lo largo del día; pueden distinguir entre los juguetes grandes y los juguetes pequeños, entre la ropa blanca y la ropa de colores, entre lo que va en la cocina y lo que va en la recámara. Esta actividad puedes emplearla prácticamente en todo lo que haces en el día. Por ejemplo, cuando vas al mercado, puedes pedirles que se fijen cómo están clasificadas las cosas: las verduras en un lado, los juguetes en otro, los jabones en otro. Pueden preguntarse el porqué de distintas clasificaciones. 2 Ordenar por tamaños. Permite que tus hijos jueguen a ordenar distintas cosas por tamaños, sus cochecitos o sus muñecas, sus bloques de construcción, las tapas de recipientes plásticos. Una variación de esta actividad es ordenar colores del más oscuro al más claro, y esto es por lo general, muy atractivo para los niños.
4 Pregúntales en dónde hay más y en dónde hay menos. Jueguen con diferentes montoncitos de cosas, para adivinar en dónde hay más y en dónde hay menos. Verás que a tus hijos esto les resulta interesante. Por ejemplo. Si pones un litro de agua en una botella larga, y otro litro en una botella ancha, ellos te dirán que hay más en la larga. Los niños a veces se dejan guiar por las apariencias, enséñales que por eso es bueno aprender a contar, para saber en dónde hay más y en dónde hay menos. 5 Incluye la numeración en sus vidas. Más o menos a partir de los tres años, empiezan a incluir los números en sus vidas. Esto quiere decir que en tus actividades diarias menciones los números y hagas que ellos se den cuenta de esto. Por ejemplo: “Necesitamos cuatro huevos para hacer el desayuno, vamos a sacarlos 1, 2, 3, 4”; o “Vamos a contar cuántas personas somos para poner la mesa”. De lo que se trata es de que los niños poco a poco empiecen a hacer correspondencia entre el número y la cantidad de objetos. Lectura y escritura 6
Lee todos los días con tus hijos. Aprender a
leer no es sólo aprender a descifrar lo que dicen las letras.
Aprender a leer es un proceso que dura toda la vida. ¿Cuántas
personas hay que no leen un libro ni por equivocación? Para que
tus hijos disfruten la 7 Motiva a tus hijos a expresarse de manera gráfica. Aprovecha todas las celebraciones que hay a lo largo del año, y motiva a tus hijos a que hagan tarjetas o dibujos para diferentes miembros de la familia. No critiques sus dibujos y diles cómo hacer las cosas sólo si ellos te piden ayuda. Valora sus trabajos y respeta sus expresiones. 8 Permite que descubran la utilidad de la letra escrita. En muchas ocasiones, sin querer hacemos que el único contacto que los niños tienen con letra escrita sea la lectura de cuentos. Permite que tus hijos descubran que la letra escrita nos sirve para distintas cosas. Por ejemplo, para saber lo que pasa en el mundo, podemos leer el periódico, para saber cómo se hace un pan, necesitamos consultar una receta, para que no se me olvide lo que tengo que comprar, hago una lista del mercado; para mandar un mensaje a una persona que está lejos, hago una carta. 9 Deja que ellos te “lean” cuentos. Cuando vean un libro por primera vez, pregúntales de qué creen que se trate por lo que ven en la portada. Anímalos a que te lean el cuento a través de los dibujos de las distintas páginas. Después puedes leerles tú el texto. Así se darán cuenta de que los dibujos ilustran lo que dice el texto, pero que las letras dicen mucho más que el dibujo.
Más allá de los números y las letras 11 Los niños preescolares necesitan manipular las cosas. Deja que tus hijos jueguen con plastilina, te ayuden a hacer el puré o a batir un huevo, que sientan la textura de diferentes telas. Así aprenderán diferentes conceptos, como grande o pequeño, suave o áspero, o que podemos unir cosas para hacer otras como las papas para hacer puré.
13 Hagan teatro. Los juegos de representación son muy útiles para los niños, pues les ayudan a entender mejor diferentes situaciones de la vida y hacer uso de su imaginación. Destina una caja para que tus hijos puedan guardar lo que ustedes ya no usen, o diferentes implementos para jugar al doctor, al cocinero, a la escuelita o lo que se les ocurra. 14 Incluyan música en su vida diaria. La música nos ayuda a demostrar diferentes emociones. Que no te dé pena cantar, y recuerda con tus pequeños todas las canciones que tú disfrutaste cuando eras niña. Si les dan ganas de bailar, ¡pues adelante! Hagan música con las palmas de sus manos, con los dedos o con objetos que tengan en la casa, como cuchara de peltre, ollas o botellas de plástico. 15 Trepar y saltar también es importante. Los niños son niños, no son adultos pequeños. Para ellos es muy importante tener actividad física. Consígueles una pelota y deja que la pateen, que aprendan a botarla, que traten de hacerla llegar lejos o de atinarle para meterla en una cubeta. Recuerda el antiguo dicho de “Mente sana en cuerpo sano”, y deja que tus hijos trepen y salten cuanto quieran.
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