Unidad 5
Cuando los niños y las niñas van a la escuela

Bloque 3
La familia y la escuela educan a los niños y a las niñas

El propósito de este bloque es reconocer la necesidad de fortalecer la relación entre padres y madres de familia, maestras y maestros, en beneficio de niñas, niños y adolescentes.


 

Febrero, mes de las inscripciones...

Las inscripciones a las escuelas públicas de preescolar, primer grado de primaria y de secundaria se realizan anticipadamente en el mes de febrero.

Los niños y jóvenes se deben presentar en la escuela acompañados de sus padres o tutores, para solicitar el ingreso a la educación preescolar, primaria o secundaria.

Los días programados para asistir a las escuelas aparecen en un calendario que se da a conocer previamente en todo el país y que se difunde en periódicos, televisión, radio y en carteles.

Las cuotas o cooperaciones que solicitan en las escuelas no son obligatorias, son voluntarias, y tampoco pueden ser condición para la inscripción de los alumnos y alumnas. Deben ser utilizadas, entre otras cosas, para mejorar la escuela y adquirir materiales de apoyo a la enseñanza. Los padres tienen derecho a saber cómo se utilizan esos recursos.

 


No es obligatorio que los alumnos y alumnas asistan a la escuela con uniforme, su uso es un acuerdo entre los padres de familia, el director y los maestros de la escuela. Ningún padre de familia está obligado a mandar a sus hijos e hijas a la escuela con uniforme.

Sin embargo, el uso del uniforme, cuando es posible comprarlo, tiene ventajas para algunos padres y madres, pues evita gastos en otro tipo de ropa.

Los directores, directoras, los maestros y maestras de escuelas públicas no están autorizados para vender uniformes escolares.

 

La lista oficial de útiles escolares considera los artículos con los que deben contar los alumnos y las alumnas para cursar un grado escolar. Por tal motivo, los maestros no tienen que solicitar materiales adicionales, a menos que éstos sean necesarios para alguna actividad escolar y que hayan sido acordados con los padres de familia.

 

 

Los libros de texto gratuito son indispensables para el aprendizaje de nuestros hijos e hijas, pues contienen de manera ordenada y con ilustraciones, los contenidos que pueden y deben aprender los niños y las niñas a lo largo del año escolar.

La conducta de las niñas y los niños en la escuela

Algunos niños o niñas en el salón de clases pueden presentar conductas diferentes al resto del grupo, como pelear con sus compañeros, tomar lo que no les pertenece, desobedecer a maestros y maestras, no poner atención y otras actitudes más que influyen en su aprovechamiento o en la relación con sus compañeros o compañeras y que son motivo de regaño o cuidado por parte de los maestros y maestras.

En estos casos, y otros parecidos, es importante hablar con los maestros y las maestras y con los niños y las niñas, para conocer sus inquietudes y tratar de evitar algún problema más delicado.

 

 

Las calificaciones en la escuela

En las escuelas de educación primaria y secundaria, a lo largo del año escolar, se evalúa el aprendizaje de los alumnos y las alumnas.

Las calificaciones parciales se asignan en cinco momentos durante el año escolar: en octubre, diciembre, febrero, abril y en la última quincena del año escolar. Por ello, antes de estas fechas, debemos estar pendientes de asistir a la escuela de nuestras hijas e hijos, para conocer los avances en sus aprendizajes, apoyarlos en sus estudios para evitar la reprobación, además de firmar las boletas de calificaciones y platicar con sus maestros o maestras.

En tu Revista consulta el Acuerdo 2000

 

 

Reflexiona:

En la escuela no sólo se adquieren conocimientos, también se desarrollan habilidades y se forman hábitos y valores que contribuyen a la formación de las personas.

Ten en cuenta que:

La escuela y la familia se complementan para lograr en nuestros hijos e hijas una formación integral.

 

 

No olvidemos que la familia es la primera educadora de niños, niñas y adolescentes, y que la escuela sólo complementa esa educación.

Familia y escuela permiten el desarrollo armónico de nuestros hijos e hijas.

Los padres y las madres podemos dedicar parte de nuestro tiempo para ayudar a nuestros hijos e hijas a realizar sus tareas, acudir a la escuela con regularidad para informarnos sobre “cómo van”, cómo es su desempeño y de qué manera podemos apoyar su aprendizaje en la casa, con el fin de que aprendan y, por consiguiente, “pasen año” o sean “promovidos” al siguiente grado escolar.

En la boleta se presenta el aprovechamiento obtenido por nuestras hijas e hijos durante el año escolar y si aprobaron o no.

El certificado se entrega solamente al finalizar 6° grado de primaria o 3° de secundaria, en caso de que no aprueben, se les entrega sólo la boleta de calificaciones de no aprobado.

Las boletas de calificaciones y los certificados son documentos de validez oficial, por lo tanto no deben tener tachaduras ni estar maltratados. Al alumno le es útil, entre otras cosas, para inscribirse al próximo grado escolar, como identificación, para acreditar el nivel de estudios con que cuenta.

 

En el caso de que tu hija o hijo no sea promovido al siguiente grado y que tenga que repetir el ciclo escolar, es importante tratar de evitar regaños y reproches y buscar las causas por las que reprobó.

Es recomendable conocer las dificultades que tuvieron, platicar con ellos, con sus maestras o maestros y apoyarlos para que se fortalezca su interés por la escuela, destacando la idea de que reprobar o no ser promovido no es fallar, sino que a veces se requiere más tiempo, más trabajo y más esfuerzo.

El fin de año o de curso tiene mucho significado para los padres y las madres, para las niñas y los niños y para las maestras y los maestros.

Representa la culminación de un esfuerzo colectivo e individual de todos los que participamos en la educación de nuestras niñas y niños; es el momento de valorar nuestros logros y las dificultades por las que pasamos, ya sea como padres, niños o maestros.

Ten en cuenta que:

Con un esfuerzo compartido entre las autoridades de la escuela, los maestros, las maestras y los padres de familia, se puede mejorar la calidad de la educación que reciben niños, niñas y adolescentes.