Unidad 2
Hablemos de sexualidad
Bloque 3
Las mujeres y los hombres diferentes pero iguales
 

El propósito de este bloque es reconocer las diferencias que hay entre las mujeres y los hombres, así como el origen de esas diferencias en la infancia, en la adolescencia y en la edad adulta, con el fin de promover y fomentar un trato igualitario y de respeto entre las personas.

 
 
 
La asignación del sexo de los bebés se da, de manera natural, por la combinación de la información de las células sexuales femeninas y masculinas o sea el óvulo y el espermatozoide. Es la célula sexual del hombre la que define el sexo del nuevo ser.
 
 
     

Cuando nace un bebé, de acuerdo con el sexo que tenga se le viste, habla y enseñan actitudes y comportamientos.

A la manera como se dice que deben comportarse y relacionarse hombres y mujeres durante toda su vida, de acuerdo con cada época y lugar donde viven, se le conoce con el nombre de género.

 
• ¿Qué hacen los niños y qué hacen las niñas?

“El cunero de un hospital cercano a una universidad participó en un experimento... Se trataba de que grupos de estudiantes, profesionistas y gente común miraran un rato a los bebés recién nacidos y anotarán sus observaciones.

Durante más de seis meses, todo tipo de personas, de distinta escolaridad, nivel socioeconómico y cultural, visitaron a los bebés del cunero.

Las enfermeras tenían la instrucción de que cuando llegara un grupo de observadores, les pusieran cobijitas rosas a los varones y azules a las niñas. Los resultados fueron que los visitantes se dejaron influir por el color de las cobijitas y escribieron en sus reportes: “es una niña muy dulce”, cuando en realidad era un varón, y “es un muchachito muy dinámico”, cuando se trataba de una niña”.

 
 

Desde la infancia nos damos cuenta de que los cuerpos de los niños y las niñas son diferentes. A partir de esas diferencias sexuales se generó en la sociedad una rígida división entre hombres y mujeres, trabajos, conductas, formas de vestir, de comportamiento, formas de ser sólo para mujeres y otras únicamente para hombres.

Sin embargo, aún cuando hombres y mujeres seamos diferentes físicamente, nuestras capacidades y derechos son los mismos y nuestro comportamiento puede cambiar: los hombres pueden realizar actividades que tradicionalmente han sido femeninas, como coser, cocinar y atender a los bebés; las mujeres pueden labrar el campo, trabajar en fábricas, conducir automóviles, dirigir comercios, empresas o negocios, pertenecer a agrupaciones y partidos políticos o tener cargos públicos.

 
 
 
 

 

     

En los últimos años mujeres y hombres hemos cambiado nuestro modo de ser, comportamiento y manera de manifestarnos.

Tiempo atrás, muchas mujeres estuvieron dedicadas exclusivamente al cuidado de los hijos y al trabajo del hogar, actualmente una gran cantidad de ellas labora fuera de su hogar y recibe un salario. También ahora el hombre contribuye más en el cuidado de los hijos y en los quehaceres de la casa.

 
 
 
 

Durante mucho tiempo se creyó que las diferencias físicas entre hombres y mujeres hacían más valiosos a unos y menos a otras. A la mujer por ejemplo, se le había considerado inferior al hombre. Estas ideas aún hoy se tienen en algunos lugares y son obstáculos para que a las mujeres se les respete y se les den las mismas oportunidades.

 
 
     
 
 
• Abuso sexual

El abuso sexual y la violación es un acto ejecutado por cualquier persona sobre un niño o niña u otra persona, para estimularse o gratificarse sexualmente. Esta conducta puede realizarse con o sin el consentimiento de los menores, pues es un acto para lo que en la infancia se carece del desarrollo físico y emocional necesarios para comprender su contenido y consecuencias.

Las estadísticas en México han demostrado que el abuso sexual a menores lo realizan personas cercanas a los niños, niñas y adolescentes y que la mayoría de las veces ocurre en el propio hogar, lo que ocasiona un gran daño en el desarrollo integral de niños y niñas.

Ésta es una situación que preocupa a todo el mundo. En nuestro país, en el medio urbano y rural, y en familias de todas las condiciones sociales, muchos niños, niñas, adolescentes y mujeres han sido víctimas de abuso sexual o de violación. Por eso, es muy importante tomar medidas de prevención contra estas agresiones y denunciar a los que abusan o violan a alguién.

 
 
 
 
 

Para evitar el abuso sexual es recomendable enseñar al niño y niña a no permitir que alguien toque sus órganos sexuales o ellos tengan que tocar los órganos sexuales de otra persona, aunque sean de la familia.

Es frecuente que estos actos sean realizados por personas cercanas o familiares: padres, padrastros, tíos, tías, primos, primas, padrinos, madrinas, maestros, maestras, sacerdotes que abusan de la confianza y relación que tienen con el o la menor. Ellos también deben ser denunciados y castigados.

Debemos creer a los niños y las niñas cuando nos comenten alguna agresión o abuso contra ellos o de otros niños y niñas. Debemos escucharlos, darles confianza, vigilar a los agresores y detener el abuso.

 
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Algunas recomendaciones para proteger a nuestros hijos e hijas de un abuso sexual y/o violación.

  • Cuando son bebés tenemos que vigilarlos constantemente, revisar su cuerpo, poner atención al llanto, sin razón aparente, y a su estado de ánimo.


  • Los padres y madres deben enseñar a sus hijos e hijas a diferenciar entre secretos “buenos” que no ocasionan ningún daño y secretos “malos” que los hacen sentir mal, incómodos y les causan daños.

  • Es necesario que los padres y madres informen a los niños y niñas respecto de su sexualidad y su cuerpo, indicándoles que deben asearlo, no lastimarlo, que su cuerpo les pertenece y recomendarles que si una persona o familiar cercano, conocido o desconocido quiere lastimarlos o tocarlos, deben decirlo a sus padres o a alguien que les inspire confianza, para que los defiendan.


  • Es importante demostrarles respeto, como el no hacerles cosquillas cuando ellos no quieren, ni obligarlos a besar ni aceptar abrazos de adultos cuando ellos no tienen la confianza o simplemente no lo desean.


  • Darles información sobre las conductas abusivas que algunos adultos pueden tener contra ellos, por ejemplo: el obligarlos, mediante el engaño, a hacer cosas o escucharlas como “Si no me das un beso voy a creer que ya no me quieres”; o con amenazas: “Si no aceptas voy a matar a tu mamá”;el ofrecerle cosas a cambio: “Ven, tócame aquí o déjame verte desnudo y te doy unos dulces”.