Unidad 1
¿Cómo son nuestros hijos e hijas?
Bloque 3
De los once a los diecisiete años
 

El propósito de este bloque es reconocer las características del crecimiento físico y del desarrollo que aparecen en esta etapa, conocer algunas formas de prevención y detección de problemas, como la adicción a las drogas, con el fin de orientar a los padres y madres sobre la forma de apoyar a sus hijos e hijas adolescentes durante esta etapa.

 

 

 

Los cambios en el cuerpo de los y las adolescentes

La etapa donde se producen los cambios físicos más visibles en el cuerpo se llama «pubertad». Estos cambios no siempre se presentan igual ni a la misma edad; por ejemplo es común que niños y niñas que viven en las costas o en zonas muy calurosas, inicien sus cambios antes que los de lugares fríos o templados y que las niñas se desarrollen antes que los niños.

El tipo de alimentación y de actividades físicas que desarrollan son elementos que influyen en los cambios de la adolescencia, de tal manera que los mal alimentados, presentarán los cambios más tarde.

Entre los cambios físicos que se observan en la adolescencia encontramos los siguientes.

En las mujeres:

  • Ensanchamiento de las caderas.
  • Voz aguda.
  • Desarrollo de los pechos.
  • Aparición del vello en el pubis y las axilas.
  • Aparición de la menstruación.

En los hombres:

  • Ensanchamiento de los hombros.
  • Cambio de voz, se empieza a hacer grave.
  • Desarrollo muscular.
  • Aparición del vello en el pubis y las axilas.
  • Aparición de bigote y barba, en ciertos casos.
  • Desarrollo de genitales y eyaculación cuando hay erección de su pene.
 
 
 
• Comportamiento de los y las adolescentes

En la adolescencia se observa un cambio notable en el comportamiento y carácter de los y las adolescentes; generalmente, se apasionan por una actividad, pero con la misma rapidez la pueden dejar. Son muy dinámicos, pueden bailar o jugar durante horas pero, en otras ocasiones, las actividades que requieren de menor esfuerzo les provocan cansancio. Lo anterior obedece a la necesidad que tienen de definir su forma de ser, pero sobre todo a los cambios hormonales que se empiezan a dar en su cuerpo.

La mayoría de los adolescentes empiezan a cuestionar las decisiones de sus padres y de otras autoridades, buscan encontrar su camino, es decir, requieren de la búsqueda constante de una manera de ser propia.

Se consideran intrépidos, invencibles, piensan que a "ellos" no les va a pasar nada, quieren libertad y retan a quienes ponen reglas en la casa, escuela y sociedad. Quieren probar muchas cosas y tener nuevas emociones, lo que a veces tiene serias consecuencias.

 
 
 
 

Algunos adolescentes son rebeldes, pero a la vez son tiernos y afectuosos, su preocupación se centra más en su persona que en los demás. Esto obedece a que se están identificando con su nueva imagen y el trato que reciben de sus padres y familiares va cambiando. Es común que empiecen a criticar a las personas adultas, porque no siempre están de acuerdo con sus ideas y forma de pensar.

En ocasiones descuidan o exageran su aspecto personal y su forma de vestir, y no quieren colaborar en las tareas familiares.

     

Importancia de la comunicación con los y las adolescentes

Es recomendable que padres y madres actuemos ante los hijos e hijas, con respeto y tolerancia pero con firmeza. Es preferible ser amigables y mantener una buena comunicación con ellos para conocer qué es lo que les preocupa; cuáles son las dificultades que tienen en la escuela, con los amigos o en la casa; qué es lo que les agrada y qué no les gusta. De esta manera podremos ayudarlos a resolver sus problemas, así como conocerlos mejor. Pero también lo es el poner límites, reglas y tareas que deben asumir para que aprendan a ser responsables.

 
 
     

Por lo general en la adolescencia se presenta una atracción mayor hacia el sexo opuesto y se establecen situaciones que pueden llevar al noviazgo y a tener relaciones sexuales. La mayoría de los adolescentes tienen fantasías sexuales y sueños eróticos, es decir, imaginan tener relaciones sexuales con el hombre o mujer que les gusta y muchas veces terminan en la masturbación. También algunos se sienten enamorados/as de sus maestros/as, artistas de televisión, o personajes de moda.

 
Para conocer más de este tema, te invitamos a consultar en tu revista el texto La adolescencia está próxima.
 
 
         
 

La adicción a las drogas

La adicción a las drogas es un problema que se presenta frecuentemente en la etapa de la adolescencia y juventud, y que puede prevenirse al fortalecer las relaciones familiares.

 

 
     

Qué son las drogas

Las drogas son sustancias que producen cambios importantes en la manera de pensar y ver la realidad; alteran la forma de comportarse de las personas que las consumen.

Una de sus características principales es que provocan una necesidad o “dependencia” en el organismo y en la mente de quien las consume, afectando su vida individual y social.

Algunos jóvenes inician el consumo de drogas por curiosidad, por el deseo de experimentar sensaciones nuevas, por pertenecer al grupo de amigos o amigas que las consumen, o bien, por la falta de autoestima y comunicación en las relaciones familiares.

     

La familia y las drogas

La familia influye en la manera de ser y pensar de los jóvenes no sólo estableciendo normas o límites, sino a través del afecto y apoyo para que logren sus metas.

Las relaciones familiares afectuosas y la comunicación permanente permiten a los y las adolescentes expresar sus sentimientos y emociones y a sus padres conocer lo que está sucediendo con las amistades e inquietudes de sus hijos.

La comprensión y aceptación que les manifiesten sus padres es factor importante para alejarlos de la curiosidad de consumir droga y para ayudarlos solicitando ayuda a los profesionales, en caso de detectar que su hijo o hija son adictos a alguna sustancia.

 
 
     

Por los cambios tan rápidos que se viven en la adolescencia, por la edad, las vivencias familiares y personales de los y las jóvenes, existe un mayor "peligro" de acercamiento a las drogas, incluso los mismos amigos y amigas, por buscar experiencias nuevas, pueden ser los que se las ofrezcan.

La adicción a las drogas no respeta edad, sexo, nivel de educación, ni posición social; daña nuestro cuerpo, altera nuestro comportamiento y puede ocasionarnos la muerte.

Las drogas se clasifican en legales e ilegales o controladas. Las primeras son: tabaco, alcohol; las ilegales o controladas: mariguana, cocaína, LSD, hongos, peyote, derivados del opio, pastillas para los nervios, inhalantes y crak, entre otras.

Las drogas legales también generan adicción y problemas serios de salud que pueden ser causa de fallecimientos.

 
 
 
• Prevenir la adicción a las drogas

La familia es muy importante para prevenir el consumo de drogas, por ello, es recomendable:

  • Evitar la agresión y malos tratos entre los miembros de la familia para que los hijos no busquen otros espacios.


  • Platicar en familia las actividades y problemas que se tengan, resolviendo dudas y escuchando inquietudes.


  • Comentar en familia desde que los niños son pequeños qué son las drogas y los daños que ocasiona su consumo y abuso.


  • Lograr que todos en la familia se sientan queridos y respetados, porque somos importantes y apreciados.


  • Conocer a los amigos y amigas de nuestros hijos así como las actividades que realizan en su tiempo libre y los lugares que frecuentan.


  • Compartir en familia el tiempo libre y disfrutar juntos de actividades recreativas, deportivas y culturales.


  • Escuchar a todos los miembros de la familia, dándoles la oportunidad de participar en las decisiones que les afectan.


  • Fomentar en los jóvenes con el ejemplo de padres y madres, el rechazo a cualquier tipo de drogas.


  • Apoyar a los hijos e hijas para que realicen actividades deportivas, recreativas y de esparcimiento, o bien, pedirles que ayuden al padre o a la madre en las tareas que realizan.
 
 
 

Prevenir y detectar el consumo de drogas entre nuestros hijos e hijas es nuestra responsabilidad. Las situaciones siguientes nos ayudan a saber si un adolescente consume o tiene adicción por alguna droga.

  • Actitudes violentas, sin motivo aparente.


  • Desinterés por el estudio o trabajo.


  • Descuido en el arreglo personal.


  • Cambio repentino del grupo de amigos o amigas.


  • Inasistencia o accidentes leves y frecuentes en el trabajo o en la escuela.


  • Aislamiento de los hermanos, hermanas y padres.


  • Apatía, pereza, ganas de no hacer nada de lo que antes le agradaba.


  • Palidez en la piel, ojeras.


  • Lenguaje más agresivo o grosero que el usual.


  • Uso de medicamentos innecesarios, como aspirinas o gotas para los ojos.


  • Ojos rojos, sin razón aparente, o pupilas dilatadas.


  • Habla incoherente, es decir, falta de claridad, se dicen cosas sin razón, extrañas, incomprensibles o se presenta tartamudeo.
 

Si observas dos o más de estas características en alguno de tus hijos o hijas, es importante que pongas mayor atención en su persona, pues es posible que tenga adicción a algún tipo de droga.

Lee tu fascículo Adicciones

 
• Algunas acciones para enfrentar la adicción a las drogas

Si en tu familia o con tus vecinos existe algún problema de adicción, se recomienda lo siguiente:

  • Enfrentar el problema, no negarlo y buscar posibles soluciones.


  • Buscar un momento oportuno para acercarnos, intercambiar opiniones, no agredir al hijo o hija adicta, ni con golpes, ni con insultos o groserías.


  • Controlar nuestros sentimientos de enojo, resentimiento o culpa.


  • Brindarle nuestra comprensión, confianza y respeto.


  • Platicar de manera abierta y sincera con el hijo o hija que sufre la adicción, haciéndole ver que no se encuentra solo y que deseamos ayudarlo.


  • Preguntar qué tipo de droga consume y desde cuándo.


  • Buscar ayuda profesional, ya sea un médico, un psicólogo, un maestro, o bien, a los Centros de Integración Juvenil, Alcohólicos Anónimos, que existen en todo el país en las capitales de los estados o municipios.

 
 
La recuperación de una persona adicta no es fácil, el tratamiento de reintegración a la vida familiar y comunitaria es prolongado y requiere de apoyo físico, moral y emocional de todos los miembros de la familia; es necesaria paciencia y perseverancia para que el paciente llegue a la recuperación total.
 
 
 
Los padres y madres podemos ayudar a los y las adolescentes a prevenir la adicción a las drogas, con algunas de las siguientes recomendaciones.
  • Escuchar a los y las jóvenes cuando ellos se acercan a nosotros y nos quieren comentar sobre algún tema; esto permitirá que cuando estén tentados a probar alguna droga nos pidan apoyo o nos cuenten qué les pasa.


  • Mencionar el daño que provoca en nuestro cuerpo el consumo de drogas.


  • Platicar sobre las consecuencias en la salud, por el uso del cigarro y el alcohol.


  • Manifestar a los y las jóvenes confianza para que ellos y ellas tomen sus propias decisiones y cuiden su salud física y emocional.


  • Respetar a los y las amigas de nuestros hijos, sin críticas negativas. Es importante que como padre y madre los conozcamos y tratemos.


  • Buscar y compartir información sobre las posibles consecuencias físicas, emocionales, sociales, legales, que puede ocasionar el uso o abuso de drogas y alcohol, y tomar las medidas necesarias.


  • Manifestar a los y las jóvenes que las consecuencias del consumo y abuso de las drogas son responsabilidad de quienes las consumen, es decir, su uso es una decisión personal que daña a la persona.


  • Tener paciencia cuando algún joven ha tenido la experiencia de ingerir drogas o alcohol, lo cual no significa que necesariamente caerá en la drogadicción y el alcoholismo.