Unidad 1
¿Cómo son nuestros hijos e hijas?
Bloque 1
Del nacimiento a los cuatro años de vida
 

El propósito del bloque es conocer algunas características del crecimiento físico y del desarrollo de los niños y niñas, desde su nacimiento hasta los cuatro años, con el fin de fortalecer nuestra acción como padres y madres durante esta etapa, en cuanto al afecto, alimentación y desarrollo de su inteligencia.

 

El crecimiento se refiere al aumento del tamaño y peso del cuerpo en las diferentes edades de la vida de los niños y niñas, desde que nacen hasta que tienen 18 años aproximadamente. El desarrollo se refiere a los cambios que se observan con el tiempo en el pensamiento, comportamiento y emociones y dura toda la vida.

 
 
         
 

El primer año de vida
 
Cuando se anuncia un nacimiento, regularmente, la familia se prepara para recibir a la o al bebé que vendrá a integrarse a ella; en la medida de lo posible los padres tendrán todo lo requerido para satisfacer sus necesidades. Lo más importante para los bebés es el ser recibidos con aceptación, cariño y afecto de quienes los rodean. La aceptación con la que se les reciba por parte de sus padres será determinante en su crecimiento y desarrollo.
 
 
 
El crecimiento y desarrollo durante el primer año de vida de los y las bebés son muy rápidos, es decir, es una de las etapas de la vida donde los cambios son más notorios.
 
 
 

Los seres humanos son de los más desvalidos al nacer, pues no pueden hacer nada por sí mismos, ni alimentarse, ni protegerse, ni desplazarse, por lo que dependen totalmente de las personas adultas que los cuidan.

 
 
 

En el primer mes de nacidos, los bebés se enfrentan a muchos cambios en su vida; recordemos que apenas unos días antes estaban en el vientre materno y de ahí obtenían todo lo necesario para vivir y desarrollarse en buenas condiciones.

Cuando nacen resienten los cambios en el nuevo ambiente que ahora viven; de repente se despiertan, reaccionan con sobresaltos, su respiración puede ser agitada, estornudan cuando menos lo imaginamos, regresan la leche, vomitan sin provocación alguna, como que duermen y están despiertos, la luz intensa les molesta y les suceden un sin fin de cosas más.


Es importante que, desde el primer momento, se dé al bebé leche materna, ya que es el alimento fundamental que lo protege de enfermedades y le ayuda para su crecimiento y desarrollo.

 
 
         

Algunas ventajas de la leche materna

La leche materna es muy práctica: está siempre disponible dependiendo de las necesidades del bebé y las posibilidades de la madre; se encuentra a una temperatura agradable; favorece el bienestar físico del niño o la niña, y les produce placer.

No cuesta nada: no tiene que comprarse como la leche comercial.

Favorece el afecto: posibilita que la madre y el hijo tengan un tiempo donde reciben y dan su amor y afecto. Se estrechan los lazos entre madre e hijos.

Es muy nutritiva: protege a los niños y niñas de las enfermedades; evita que suban de peso más de lo normal. Al mamar, los bebés desarrollan más actividad física; se evita la desnutrición, porque la leche materna tiene nutrimentos completos.

• El movimiento en los y las bebés

La mayor parte del tiempo los bebés permanecen de espaldas con la cabeza a un lado. A veces tienen reacciones bruscas, enderezan la cabeza y extienden brazos y piernas. En ocasiones también permanecen con todo el cuerpo encogido.

La boca y los ojos son las partes del cuerpo con más movimiento en las primeras semanas, mueven la cabeza para buscar algo, pero si tienen hambre, o escuchan algo, mantienen la vista fija en un objeto o persona.

 
 
 
• Comunicación con el o la bebé

Muchas personas adultas consideran que es inútil o no tiene caso hablar con las y los niños pequeños cuando aún no entienden el sentido de las palabras; sin embargo, es importante tomar en cuenta que la voz expresa sentimientos y emociones como la alegría o el enojo. Los bebés reconocen intenciones, sentimientos y emociones por los diferentes tonos de nuestra voz.

La mayoría de los recién nacidos prestan atención a los sonidos y emiten sonidos que anteceden al balbuceo. Hablar con ellos es muy importante para estimular su inteligencia, su desarrollo emocional y afectivo.

 
 
 
• La salud del bebé
Cuando el o la bebé presenten algún malestar, es recomendable acudir al médico o al centro de salud más cercano donde podrán revisarlo y darle la atención necesaria.
Lee el siguiente texto

Registra a tu bebé

No olvides registrar a tu bebé, en el registro civil que corresponda a la localidad donde vives; el documento oficial que te entregarán unos días después será el acta de nacimiento, la cual te ayudará en cualquier trámite que hagas a lo largo de su vida. Así tu bebé tendrá un nombre propio, los apellidos de sus padres y el reconocimiento del lugar donde nació, que le da su nacionalidad.

Al registrarlo te darán inmediatamente la Cartilla Nacional de Salud y con ello tendrás que estar pendiente de sus vacunas, para hacer que tu bebé crezca sano y fuerte.

Consulta en tu revista el artículo: Cartilla Nacional de Salud

Http://www.censia.salud.gob.mx/contenidos/vacunas/esquemavacunas.html
 
• Entre los cuatro y los seis meses de edad

Muchos bebés ya pueden sostener su cabeza con ayuda de una persona.

Los bebés, si están sobre su estómago, se balancean sobre su cuerpo, realizan movimientos como si nadaran, voltean la cabeza para diferentes partes y la mantienen levantada, utilizan las manos con mayor agilidad y algunos duermen de diez a doce horas por la noche.

La cabeza y los ojos los giran al mismo tiempo y buscan de dónde viene algún sonido, enfocan su vista a diferentes distancias, pueden agarrar objetos pequeños, distinguen y muestran interés por olores distintos, producen sonidos nuevos, se callan con la música, y levantan la cabeza a la hora del baño; disfrutan mucho de él.

 
• Los y las bebés se relacionan
  • Sonríen y balbucean con las personas.

  • Reconocen a sus padres y a los miembros de la familia.

  • Inician su relación con los demás, emiten sonidos, mueven la lengua, sonríen abiertamente.

  • Responden y disfrutan las caricias,

  • Muestran interés por los objetos y juguetes.
 
 
 
 

La alimentación

Una alimentación adecuada, además de favorecer una buena nutrición de los bebés, debe hacer posible la experiencia de mamar, es decir de chupar; de paladear sabores, dulces, salados o amargos; de probar consistencias: lo blando o lo duro; así como de saciar el hambre.

Comenzar a darle al bebé otros alimentos aparte de la leche materna debe hacerse poco a poco. Esto permite proporcionar más energía, satisfacer las necesidades de nutrimentos y lograr que el niño o niña adopte la dieta familiar.

Recomendaciones para la alimentación de los y las bebés
meses
alimentos
consistencia
3
Lecha materna o de biberón. Fruta: la que se produzca en tu región.
colado
4
Leche materna o de biberón. Cereal de tu región.
papilla
5
Leche materna o de biberón.
Verduras: las que estén a tu alcance.
papilla
6
Leche materna o de biberón.
Leguminosas: lentejas, habas o las que se den en tu región.
papilla
7
La leche materna puede empezar a dejarse, continúa la leche de biberón. Leguminosas: lentejas, garbanzo, haba o las que se den en tu región
puré
8
Leche materna o de biberón. Gelatina si se tiene.
puré
9
Leche materna o de biberón. Frutas: manzana, guayaba, pera, papaya y otras. Jugos de naranja, toronja, limón, disueltos en la mitad de agua hervida, mitad y mitad.
puré con picado, líquidos
10
Leche materna o de biberón. Huevo entero, combinación de verduras y carnes o los alimentos propios de tu región y a tu alcance.
puré con picado
11 y 12
Integración a la dieta familiar o alimentos que se consumen en la familia.
puré con picado
 
 

Recomendaciones para lograr una buena alimentación:

  1. La leche materna se recomienda hasta los seis meses. A veces la madre no tiene leche y le da biberón al bebé. También le puede dar de mamar por más tiempo.

  2. Ofrecer el mismo alimento 3 o 4 días seguidos.

  3. Dar a los bebés sabores sin mezclar unos con otros, por ejemplo, no combinar dulce con salado, amargo con ácido.

  4. Los alimentos tienen su propia azúcar y su propia sal, hay que evitar agregar más de la que ya tienen.

  5. La cantidad de alimento aceptado por los bebés puede variar, se debe aumentar con base en su aceptación y necesidad.

  6. Después de los 8 meses, se puede iniciar el uso de la taza o vaso.

Los alimentos deben estar siempre higiénicamente preparados y bien cocidos.

 
Lee en tu revista los textos ¿Cómo prevenir la desnutrición? y Micronutrimentos ¿Qué son y para qué nos sirven? Identifica la información que te sea útil.
 
 
 

Otras habilidades que se desarrollan al año de edad

La mayoría de los bebés, un poco antes o después del año, se levantan sobre manos y rodillas, empiezan a gatear, se arrastran con un objeto en una mano o ambas, equilibran bien la cabeza, se sientan solos durante algunos minutos y es posible que ya tengan dos o más dientes. Por ello, es recomendable procurar que el espacio donde se muevan esté limpio y libre de objetos que puedan dañarlos.

También alcanzan y toman un juguete con una mano; sostienen dos juguetes al mismo tiempo; manipulan, golpean y se llevan cosas a la boca; juegan con materiales que producen ruidos; exploran su cuerpo con boca y manos; y distinguen lo lejano de lo cercano.

     

Los bebés fijan su atención en ciertos detalles; pueden asociar el retrato de un bebé con ellos mismos, o sea, se reconocen en una fotografía; imitan sonidos y pueden decir papá y/o mamá. Es recomendable mostrarles láminas o fotografías, ponerlos frente al espejo y sonar cerca de ellos objetos diversos como campanas, sonajas y maracas.

Se emocionan ante el juego, demuestran alegría por lo que les gusta, y se molestan si no les interesa; se resisten a hacer algo que no quieren; se asustan ante extraños y aprenden el significado del "no" por el tono de voz. Es recomendable hablarles a los niños y niñas, confiando en que pueden comprender y siempre explicándoles el porqué.

 
 
 
 

La talla y peso de los bebés

La talla se refiere a la estatura; el peso, al aumento en kilos. En el primer año es muy importante revisar por lo menos cada mes la talla y peso del bebé. Si es posible hazlo en el Centro de salud, si no, los padres y las madres, o quien se encargue de su cuidado y atención, observen que su crecimiento y desarrollo sean acordes con su edad.

Muchas veces la estatura de los padres influye en el tamaño final de sus hijos e hijas.

 
 
 

• Muchos son los avances en el crecimiento y desarrollo

Su cuerpo crece, se fortalece y realiza una gran variedad de movimientos.

A muchos niños y niñas les gusta estar de pie, caminar y pasear; aunque caminen, a veces prefieren gatear; de manera regular duermen una siesta en el día e insisten en comer solos.

Utilizan y alcanzan objetos con su mano preferida, tienden a llevarse uno o dos objetos a la boca, les gusta entretenerse con el agua.

 

• Su inteligencia y lenguaje se desarrollan

Con el crecimiento de los y las bebés, también se van desarrollando las cualidades de su inteligencia, es decir, su capacidad de conocer y aprender. Algunas de éstas las podemos observar cuando:

  • Identifican personas de la familia.
  • Reconocen objetos por su nombre.
  • Entienden el sentido y la intención de muchas palabras.
  • Identifican animales en libros o revistas.
  • Expresan sus sensaciones y deseos.
  • Dicen palabras y frases cortas.

Se sugiere apoyar el desarrollo de su inteligencia mostrándoles objetos, fotografías, revistas y platicándoles sobre todo lo que vean y esté a su alrededor, para ayudarlos a desarrollar algunas habilidades como distinguir formas y texturas, olores y sonidos, aprender palabras y nombres de las cosas, reconocer personas y situaciones.

 
 
 
 
Los y las bebés expresan emociones y las reconocen en los otros, sonríen con las personas cercanas y juegan con sus objetos favoritos, les asustan los lugares y personas extrañas. Es recomendable que les expreses tu cariño y afecto cuando veas este tipo de actitudes, para desarrollar en ellos confianza y seguridad.
 
 
 

Los estudios sobre la infancia han demostrado que el cariño y la seguridad con la que los niños y niñas crecen, son un elemento de gran importancia para que en el futuro sean personas con la fortaleza necesaria para desenvolverse en la vida.

 

• Algunas sugerencias para fortalecer el afecto y la seguridad

Expresar el afecto.
Además de alimento, ropa y cuidados físicos, los bebés necesitan atención, afecto y juego. Es necesario hablarles, cantarles, acariciarles, compartiendo con ellos su desarrollo y el descubrimiento de lo que les rodea, siempre con respeto.

Jugar.
Juega con tus hijos e hijas. Cualquier objeto se puede convertir en un juguete. Acompáñalos a descubrir lo que les rodea, cuida que no se hagan daño; deja que jueguen con trapos de colores, cajas de cartón y objetos inofensivos de colores vivos.

Convivencia afectuosa.
Abrázalos, acarícialos con cariño y respeto. El aseo, el cambio de pañales, la comida, son momentos para hablar con ternura a los bebés, intercambiar sonrisas, sonidos, cantarles, arrullarlos, procurar estar con ellos el mayor tiempo posible.

Participación del padre.
Aunque suele ser la madre quien pasa más tiempo con sus hijos, es muy importante que el papá también participe en su crianza y educación.

• El niño a los dos años

         

Al año y algunos meses más

Los niños y niñas ya se sostienen de pie con más facilidad, pueden caminar solos o con apoyo; piden ayuda para subir escaleras; les gusta meter y sacar objetos de recipientes; pueden sostener la cuchara con fuerza; les gusta empujar, arrastrar, transportar y jalar algún objeto.

Exploran sus alrededores, localizan el origen de ciertos sonidos y ante ello hay que decirles de dónde vienen y qué son.

Obedecen órdenes sencillas, por lo que se sugiere pedirles cosas simples, por ejemplo: ¡trae tus zapatos!, ¡ve con tu mamá!

Pronuncian muchas palabras y entienden lo que cada una de ellas quiere decir. Por ello, es recomendable hablarles mucho, hacer que repitan palabras y explicarles su significado.

El juego es importante para que exploren y aprendan; pueden permanecer más tiempo jugando solos, pero es recomendable jugar con ellos o permitir que lo hagan con sus hermanos.

 
 
     
Después de cumplir un año, son notables los cambios que se observan en el desarrollo de las niñas y los niños. La convivencia familiar tiene un lugar central en el desarrollo de sus sentimientos, emociones e inteligencia. Los niños y niñas en esta edad se dan cuenta de todo lo que sucede en su entorno; lo que hacen y dicen las personas; el tamaño, el color y la forma de los objetos; si hace frío, calor o llueve. En este momento es importante empezar a enseñar a los niños y niñas a ir al baño.
 
 
 
 

Sugerencias para que los niños y niñas aprendan a ir al baño:

Pueden iniciar el aprendizaje de ir al baño después del año o hasta los dos años, es posible que algunos niños lo hagan incluso un poco después de los dos años de edad.

Lo importante es que aprendan a "avisar"; cuando lo hagan, llévenlos al sitio adecuado.

A veces les puede "ganar", es normal casi siempre a esa edad; cuando están jugando se les "olvida" ir al baño.

Invita al niño o niña a que continúe avisando las veces que sea necesario.

Acompaña siempre al niño o niña a ir al baño en lugares extraños y evita que lo haga ante personas que desconoce.

Trata todo lo relacionado con ir al baño con naturalidad y respeto y no olvides que siempre se deben lavar sus manos después de ir al baño.

 
 
 
Consejos sencillos  

Vigilar permanentemente sus movimientos para evitar que tenga un accidente.

Llamar su atención sin gritos.

Darle juguetes que manipulen
fácilmente y no sean un peligro para ellos por su tamaño o que tengan filos.

Al finalizar los dos años de edad los niños y niñas han desarrollado muchas habilidades.

Desarrollo físico y movimiento.
Suben solos uno o dos escalones y bajan tomados de la mano, se agachan y se ponen de pie sin ayuda, se quitan y tratan de ponerse los zapatos, pueden comer con la cuchara, imitan movimientos. Es importante permitir que los niños se muevan por sí solos en espacios seguros, darles juguetes u objetos con los que puedan jugar y, en la medida de lo posible, participar con ellos.

Su lenguaje.
Aumentan rápidamente el número de palabras de su vocabulario, reconocen el significado de y no. Por lo que es recomendable repetir palabras comunes, indicando los objetos que existen en el hogar. Platica con ellos y cuando te quieran decir algo, hazles caso.

Su inteligencia.
Identifican las partes de su cuerpo, como su cabeza, pies, manos, ojos y órganos sexuales; piden objetos señalándolos. Se sugiere nombrar las partes del cuerpo humano y señalarlas por su nombre. Se reconocen a sí mismos como niño o niña.

Seguridad en sí mismos y afecto.
Son más independientes, expresan su cariño, se empiezan a vestir solos, por lo que es importante dejarles en libertad, en partes seguras del hogar y cuidarlos a distancia.

TESTIMONIO

El cumpleaños de Sofía

El día que Sofía cumplió tres años de edad, todos en la casa estábamos muy contentos. Para festejar su cumpleaños, fuimos Juan, mi esposo; Jorgito, mi hijo de un año; y yo, a la feria que se pone año con año en la plaza del pueblo.

Casi siempre hay puestos de garnachas, sopes, tamales, gorditas de nata, elotes; de tomar hay aguas frescas, atole, café, y otras bebidas en jarritos. En la feria hay juegos mecánicos que le dan mucha alegría a la fiesta del pueblo.

Después de recorrer por un rato la plaza, comprar antojitos, participar en los juegos de la feria, nos subimos a los caballitos y a la rueda de la fortuna, ¡nos dimos cuenta de que Sofía se había perdido entre la multitud de gente!

 
 

De los tres a los cuatro años

Desarrollo físico y movimiento.
Los niños y las niñas entre tres y cuatro años, tienen mayor control de sus movimientos, caminan, corren, trepan, saltan, agarran y alcanzan objetos, por lo que se recomienda que se les deje hacer sus actividades, cuidando que no se lastimen o tiren algún objeto. Los niños y niñas en esta edad todavía no pueden cuidarse solos, por lo que hay que indicarles hasta dónde pueden llegar y con qué no pueden jugar.

Desarrollo del lenguaje.
A veces hablan como los adultos y combinan palabras que suenan chistosas; algunos tartamudean. Aumentan su vocabulario, preguntan cómo se dicen las palabras y las repiten exactamente como las decimos; dicen, incluso, palabras o frases de las que no entienden su significado o sentido. Por ello, es importante platicar con ellos y explicarles de modo sencillo todo lo que pregunten. Es importante escuchar lo que piensan para explicarles bien lo que realmente desean y necesitan saber.

 
 
 
Para ampliar la información sobre el crecimiento y desarrollo de tus hijos e hijas, lee en tu revista el artículo Guía para padres, imprímelo y compártelo con tus amigos y familiares.