Pedro y yo, fuimos a una casa de empeño. Cuando llegamos, encontramos personas que iban con sus cosas a empeñar o con sus boletas. Cuando entramos, nos hallamos con esta información.  



Condiciones para otorgar préstamos:

Los préstamos se realizan sobre la base de un avalúo de la prenda y sobre ese monto se presta 50%. Si el avalúo de la prenda es de 1 mil pesos, se le presta 500 pesos.
Se presta a partir de 50 pesos como mínimo y las prendas van desde una colcha hasta un automóvil.
Se cobra 4% por concepto de intereses.
Los intereses son acumulables, es decir, cada mes se cobra el 4%.
El plazo de pago es de cinco meses y la opción de refrendar, cuando no se pudo pagar en ese periodo, también se da en el quinto mes. Refrendar significa volver a empeñar la prenda, siempre y cuando se pague el adeudo de intereses y gastos de almacenaje. Para realizar este trámite, el pignorante (así se le dice a la persona que empeña una prenda) deberá presentarse dos días hábiles antes de la fecha de vencimiento.
El pignorante tiene la posibilidad de refrendar en cuatro ocasiones.
Sólo se puede refrendar en caso de empeño de alhajas y relojes.
No se pide factura para empeñar su prenda, si el valor es menor a 10 mil pesos.
En caso de préstamos mayores de mil pesos, se solicita identificación oficial.
En caso de pérdida de boleta, el pignorante debe notificar a la casa de empeño, para que nadie pueda llevarse la prenda; en este caso, debe presentar identificación, mencionar fecha de empeño y el tipo de prenda.
En caso de que el pignorante no pueda desempeñar su prenda por falta de pago, entonces su prenda pasa a las almonedas (lugares donde se comercializan las prendas).
El pignorante puede comprar su prenda y tiene cierta preferencia, sin embargo, debe cubrir los pagos tanto de interés, como gastos de almacenaje.
Para que el pignorante pueda desempeñar su prenda, deberá pagar la suma de dinero que se le prestó, así como los intereses generados y lo correspondiente a gastos de almacenaje.

Aquí Matilde y yo nos aplicamos a hacer un ejercicio. Si nosotros empeñáramos un reloj, valuado en mil pesos, nos prestarían 500 pesos a una tasa de interés de 4% mensual y con un plazo de cinco meses para pagarlo. Como en este caso los intereses son acumulables, los pagos mensuales los calculamos así, miren:


Doña Matilde ayudó a don Pedro a pegar una hoja blanca donde ya habían elaborado este cuadro.

Como ven, estos préstamos son para alguien que de plano tenga una urgencia muy grande —señaló Matilde.

Si fuera el caso, lo mejor es pagar lo antes posible, y no esperar a que transcurran los cinco meses —agregó Pedro.

No, ¡olvídense! Esa opción no creo que nos convenga, también está de muerte
—exclamó José Luis.

 

Y con toda la razón, empeñas algo, pierdes dinero y tu pertenencia.