Nuestro planeta ha sido
comparado con una nave espacial que tiene recursos limitados
y que para continuar funcionando debe reciclar muchos
de sus recursos. En este planeta se originó la
vida, que ha ido cambiando y se ha ido diversificando.
Dentro de este proceso de diversificación de
la vida a través de millones de años surgió
también la especie humana, que a pesar de ser
de las especies más recientes en el planeta y
debido a una característica única entre
todas las especies, como es la inteligencia, ha podido
a lo largo de poco tiempo expandirse y poblar prácticamente
todos los rincones de la Tierra. Sin embargo, el crecimiento
desmedido de la especie humana y, en muchos casos, el
haber considerado como ilimitados los recursos naturales
han ocasionado su sobreexplotación y utilización
desmedida provocando su deterioro.
El hombre, habitante casi nuevo en la
historia evolutiva de la Tierra, la ha dominado en poco
tiempo, pero desafortunadamente no siempre lo ha hecho
de manera que asegure que los recursos naturales puedan
ser utilizados por las futuras generaciones.
Si volvemos a la comparación de
que nuestro planeta pudiera verse como una nave espacial,
sería importante reflexionar cuánto tiempo
desearíamos que esta nave siguiera funcionando. |