Muchas de las bacterias son las células más
pequeñas que se conocen, presentan diversas formas conocidas
con los nombres de: cocos las esféricas; bacilos las alargadas
y espirilos las alargadas en forma espiral. En algunos casos las
células forman cadenas o conglomerados que, dependiendo
de su forma, reciben diferentes nombres, como estreptococos o
estafilococos. Se han identificado algunos procesos de intercambio
genético entre las células que se han denominado
fenómenos parasexuales. Las bacterias existen en todos
los medios susceptibles de sostener vida, y muchas de ellas son
parásitas, es decir, viven a expensas de otros organismos.
La mayoría de las bacterias requieren al
menos algún tipo de compuesto orgánico presente
en su medio a partir del cual puedan realizar la síntesis
de sus componentes celulares. Por esta razón son heterótrofos.
Existen, además, algunas especies autótrofas que
utilizan la energía solar o la que se libera por la oxidación
de algunos compuestos inorgánicos como el ácido
sulfúrico, como las llamadas bacterias sulfurosas.
Las bacterias forman estructuras reproductoras llamadas
esporas y otras estructuras de resistencia que les permiten sobrevivir
en épocas desfavorables. Como ejemplo citaremos tres bacterias
comunes que viven en el cuerpo humano: el colibacilo o Escherichia
coli que vive en el intestino, la espiroqueta pálida o
Treponema pallidum que produce la sífilis, y el neumococo
Klebsiella pneumoniae que produce un tipo de neumonía.
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