Mendel fue un monje austriaco que a fines del siglo XIX se interesó por estudiar la herencia. Sus trabajos más conocidos los realizó con plantas de chícharo.
En un experimento cruzó plantas de chícharo de razas puras. Unas eran plantas con semillas amarillas y otras con semillas verdes. La primera generación que se obtuvo del cruce de ambas razas puras fue nombrada por Mendel generación híbrida o F1, porque presentaba las características mezcladas de ambos progenitores.
Él observó que en esta generación siempre nacían chícharos de cotiledón amarillo, carácter dominante, mientras que el color que no aparecía lo llamó recesivo; con ello enunció su primera ley, denominada ley de la uniformidad de caracteres.
- Primera ley de Mendel. Si se cruzan dos razas puras para un determinado carácter, los descendientes de la primera generación F1, serán todos iguales entre sí y, a su vez, iguales a uno de los progenitores (tabla 1).
Después, Mendel cruzó los chícharos obtenidos en la generación F1 y observó que entre los descendientes del segundo cruce, había tres cuartas partes de chícharos amarillos, carácter dominante, y una cuarta parte de chícharos de color verde, carácter recesivo. A todas las plantas obtenidas durante este cruzamiento las denominó generación F2.
Además, vio que una tercera parte de los chícharos amarillos se comportaban como los de raza pura, mientras que las otras dos terceras partes eran híbridos, es decir, presentaban las características de ambos progenitores (variedades). Con estos resultados, Mendel enunció su segunda ley.
- Segunda ley de Mendel. Los caracteres recesivos que, al cruzar dos razas puras, quedan ocultos en la primera generación reaparecen en la segunda generación en una proporción de 1 a 3 respecto a los caracteres dominantes.
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