En este tema definirás las actitudes positivas que te ayudarán a desarrollar mejor tu trabajo.
¡Ser responsable es la clave!
Hemos mencionado a la responsabilidad tanto como un valor, como una actitud porque puede ser ambas. Cuando nos guiamos por el valor de la responsabilidad y la llevamos a la práctica como una actitud y una forma permanente de “hacernos cargo” de lo que hacemos, nos convertimos en dueños y directores de nuestro propio destino.
Lee cuidadosamente la idea importante siguiente.
La actitud de responsabilidad es la más importante y la base de todas las demás actitudes, si queremos dirigir nuestra vida personal y laboral.
Con respecto a lo anterior, da lectura a la historia siguiente.
El chofer más responsable
Pedro se enorgullecía de ser un chofer responsable. En sus diez años de trabajo en la empresa Entregas Efectivas, había conducido ese pesado trailer verde por todas las carreteras de México. Ahora tenía que llevar la carga de Culiacán a Guadalajara. Al ver la unidad bien cargada se dijo, —mi chamba es hacer que la mercancía sea entregada bien y a tiempo en su destino, y así será. Pedro miró la carga y se fijó que traía una tonelada más de grava que de costumbre, pero como el jefe de guardia no dijo nada, le pareció que no habría problema.
Después de varias horas de camino, por fin divisó la entrada de Guadalajara y pues, francamente, ya tenía ganas de saborear una sabrosa torta ahogada. Así es que siguió derecho hasta meterse por el paso a desnivel. De pronto, el pesado camión se detuvo abruptamente haciendo un sonido tan fuerte que Pedro deseaba taparse los oídos, pero no podía soltar el volante pues era muy responsable. Después del gran estruendo, una lluvia de grava rebotó por todas partes golpeando la brillante pintura del carro. Afortunadamente, Pedro salió ileso, pues traía bien puesto el cinturón de seguridad. Bajó rápidamente del trailer y pudo observar que el camión estaba totalmente atorado en el paso a desnivel y que debajo de la grava, en lo alto del camión, se encontraban unas enormes piedras que ni Sansón mismo podría bajar de ahí para poder desatorar el camión. ¡Qué mala suerte!, pensó Pedro, no podré entregar a tiempo la carga, pero ¡la culpa la tiene el jefe de guardia! Y se quedó pensativo. No, quizás la tiene el responsable de llenar el camión, o quizás quien hizo la orden de surtido, o quizás...
Autora: Leticia Guido Soria.
Ahora reflexiona. ¿Quién o quiénes crees que fueron los responsables de esa situación?
¿Qué debía haber hecho Pedro para asegurarse de no tener problemas?