6. La importancia de sentirse apreciada o apreciado*
La autoestima de una persona se apoya en tres pilares muy importantes: a) el cuerpo, b) las capacidades y aprendizajes, y c) la valoración social o socioafectiva. Si estos tres pilares se encuentran bien firmes, la persona logra una buena autoestima y se siente fuerte y segura de sí misma; una persona segura de sí misma es abierta y constructiva.
Un cuerpo sano, fuerte, hábil y aceptado por la persona, permite una alta valoración de los propios aspectos corporales. Una buena capacidad de aprendizaje y de desarrollar habilidades del pensamiento también permiten una alta valoración de la persona. Mientras que el afecto y el aprecio de la familia, las amistades, los compañeros y vecinos es la confirmación de la valía personal o la autoestima. | ![]() |
La autoestima está basada en estos tres pilares, si falla uno, la seguridad del individuo queda muy resentida, pero reforzando los otros dos se puede encontrar una forma nueva de equilibrio, el de la bicicleta… Tres ruedas dan más estabilidad que dos, pero también es posible circular en dos ruedas. Cuando fallan dos soportes, aún puede apoyarse la autoestima en un solo pilar. El monociclo es un vehículo de circo, pero cuando no hay más remedio, hay que aprender a circular en una sola rueda. Si el último pilar también falla, la caída de la autoestima es inevitable y entonces la persona se lamentará todo el tiempo: “soy un desastre, no sirvo para nada y nadie me quiere”.
En la convivencia, cuando una persona se desprecia o no se acepta como es, se coloca en un plano de inferioridad a las demás personas y, automáticamente, las ve como superiores. De esta manera surge una relación de superior-inferior, que es la base de las relaciones de poder.
En cambio, si dos personas se sienten bien consigo mismas, en el encuentro de ambas se parte de una relación de igual a igual, teniendo en cuenta que cada una es diferente, pero se respetan esas diferencias. Para establecer este tipo de relaciones, es necesario hacer cambios en lo personal, percibirse de manera más positiva, respetarse y quererse. Hay que recordar que cada persona es diferente y tiene características propias que puede desarrollar tanto como desee y como sea más adecuado para ella.
* Fuente: Luis Folch y Camarasa, et al. Educar a los hijos cada día es más difícil. Barcelona, Octaedro, 1999, citado en: Mendive, Gerardo (compilador). Oficio sin escuela. Antología de lecturas para madres y padres, México, 2000, pp. 50-60 y de: Sanz Ramón, Fina. Psicoerotismo femenino y masculino; para unas relaciones placenteras, autónomas y justas, España, Ed. Cairos, 1999.