Los riesgos de las drogas

 
 

 
El uso y el abuso de la mariguana
 
El consumo de la mariguana provoca inicialmente una sensación de relajación y/o sueño; las ideas se vuelven confusas y la risa frecuente; también afecta la forma como se perciben los sonidos, los colores y se siente como si el tiempo pasara más rápido o más lento de lo normal.
 
A veces puede presentarse el bajón, que es un estado en el que las personas se sienten deprimidas o decaídas.
 
Si el uso de la mariguana es prolongado y excesivo, los usuarios se vuelven apáticos, desinteresados y sin energía. También disminuye su capacidad de memoria, comprensión y atención.
 
Además de dañar el sistema respiratorio, por lo que podría presentarse bronquitis, asma o incluso cáncer, afecta tambiénel ciclo menstrual y la producción de espermatozoides.
 
 
LA COCAINA
 

El uso de la cocaína puede provocar una sensación de energía y seguridad. Este efecto dura poco tiempo y después se pasa a un estado de cansancio, apatía, irritabilidad, tristeza o tensión en general.

Para evitar las sensaciones molestas muchas veces se recurre nuevamente a la droga, por eso es tan fácil volverse adicto a ella.

 

 

El abuso de la cocaína produce ansiedad y favorece la presentación de conductas violentas. La persona se vuelve irritable e intranquila, siente que la vigilan o persiguen y experimenta terror o pánico.

 

También ocasiona graves daños al corazón, al sistema respiratorio y al cerebro.

 
LOS INHALABLES Y SUS EFECTOS
 
 

Los inhalables son sustancias que se usan en la industria, el comercio o el hogar, como pegamentos, solventes, pinturas y limpiadores.

Su uso provoca irritación de la nariz o boca, falta de hambre, sueño, mareo, pérdida del equilibrio, cambios en la forma en la que se perciben las cosas, tensión, enojo y conductas violentas, entre otros.

 

Los efectos duran poco tiempo y muchas veces se vuelven a inhalar las sustancias por lo que es fácil volverse adicto a estas drogas.

 
El abuso o uso continuo de los inhalables provoca daños permanentes al organismo como: temblores, fatiga, disminución de la memoria y la inteligencia, depresión, ceguera, infartos cerebrales, problemas respiratorios, del corazón, hígado o riñón, etcétera.
 
TRANQUILIZANTES Y ANFETAMINAS
 

Los tranquilizantes y sedantes calman la ansiedad y favorecen el sueño, los movimientos se vuelven torpes y se presentan fallas para la concentración, la memoria y los reflejos.

Estos medicamentos resultan eficaces sólo por algún tiempo, por lo que se tiende a aumentar la dosis y crean adicción.

 
 

En grandes dosis producen efectos embriagadores como los del alcohol, y su consumo continuo vuelve a la persona más irritable y depresiva.

 

Las anfetaminas son drogas que provocan una sensación de energía, pérdida del hambre e insomnio.

 
En dosis mayores provocan inquietud, ansiedad, sensación de superioridad o de poder y alucinaciones, crisis de pánico y paranoia, la idea de sentirse perseguido o vigilado. El consumo reiterado vuelve a las personas irritables, agresivas y miedosas. También en poco tiempo se tiende a aumentar su consumo y es fácil volverse a adicto a esta droga.